Hace 15 años el español Rafael Nadal y Roland Garros comenzaban un idilio que se prolongó en el tiempo, cuando venció en la final del Grand Slam parisino al argentino Mariano Puerta y conquistó la primera de sus 12 "Copas de los Mosqueteros", en un partido bisagra en las carreras de ambos, ya que lanzó al ganador al estrellato, mientras que el perdedor inició el derrumbe que poco después lo marginó del tenis y condenó al ostracismo.
El 5 de junio de 2005, "Rafa", con 19 años, remera sin mangas y el pelo a la altura de sus hombros, se impuso sobre el cordobés Puerta por 6-7 (6-8), 6-3, 6-1 y 7-5 en la cancha central Philippe Chatrier y conquistó su primer Grand Slam, en el punto de partida de una carrera brillante que lo llevó al número uno del mundo y establecer su propio feudo en París.
El español reescribió la historia del tenis sobre polvo de ladrillo, superficie en la que se erigió como el mejor de todos los tiempos, con un asombroso dominio en Roland Garros hasta conquistarlo en 12 ocasiones: 2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018 y 2019, con un tenis abrumador que le permitió establecer una marca de 93 triunfos y apenas dos derrotas.
El tenista nacido en Mallorca, ahora de 34 años y con siete Grand Slam más en su cosecha personal (Wimbledon 2008 y 2010, Australia 2009 y el US Open en 2010, 2013, 2017 y 2019), perdió apenas dos veces en París: en los octavos de final de la edición 2009 ante el sueco Robin Soderling, y en los cuartos de final de 2015 frente al serbio Novak Djokovic.
La particular historia de "Rafa" resalta que pudo haber jugado Roland Garros el año anterior, el de la recordada final argentina que Gastón Gaudio le ganó a Guillermo Coria, pero una fractura por estrés en el tobillo izquierdo se lo impidió y recién pudo hacer su presentación en 2005, aunque lo compensó con creces. El "zurdo" mallorquín llegó a París con una racha de 17 victorias consecutivas tras haber conquistado los Masters 1000 en Montecarlo y Roma, y el Conde de Godó, en Barcelona, y en el camino al título celebró su cumpleaños número 19 con una victoria en semifinales contra el máximo favorito, el suizo Roger Federer, por entonces número uno del planeta.
En su camino a la final, Nadal le ganó al alemán Lars Burgsmuller por 6-1, 7-6 (7-4) y 6-1; al belga Xavier Malisse por 6-2, 6-2 y 6-4, a dos franceses, Richard Gasquet por 6-4, 6-3 y 6-2, y Sebastien Grosjean por 6-3, 3-6, 6-0 y 6-3, luego al español David Ferrer por 7-5, 6- 2 y 6-0, en semifinales a Federer por 6-3, 4-6, 6-4 y 6-3, antes de imponerse sobre Puerta.
Nadal, quien desde 2005 hasta 2019 repitió la cábala de alojarse siempre en el mismo hotel de París, se convirtió en el segundo tenista más joven en ganar un Grand Slam (también tenía 19 años Pete Sampras cuando conquistó el US Open de 1990) e igualó la marca del sueco Mats Wilander como los dos únicos que alzaron el trofeo en París en su primera participación.
Su víctima fue Mariano Puerta, quien a diferencia de "Rafa", tenía 26 años y una carrera que conocía de éxitos y sinsabores en igual proporción, ya que antes de instalarse en la final en Bois de Boulogne había estado suspendido durante nueve meses por un doping positivo de clenbuterol en 2003. Puerta, quien saltó con esa final en París del puesto 37 al 11 (había estado 440 debido a la sanción), comenzó su calvario tres meses después, cuando arrojó positivo de etilefrina al control antidóping que le habían efectuado luego del partido con Nadal.
En diciembre de 2005, y al tenerse en cuenta la reincidencia, Puerta recibió una sanción de ocho años de suspensión que prácticamente le puso fin a su carrera. En su defensa ante la Federación Internacional de Tenis alegó que antes de jugar la final, en un restaurante, había bebido agua del vaso de su mujer, que ingería una medicación para los dolores menstruales que contenía etilefrina.
En julio de 2006, el Tribunal de Arbitraje del Deporte le redujo de ocho a dos años la suspensión, así volvió a jugar en junio de 2007 y lo hizo en Challenger de Sassuolo, luego repitió en otro torneo Challenger en Lima, en noviembre de 2009, pero su carrera jamás fue la misma.
Puerta, quien debió devolver 887.000 dólares ganados entre la final de Roland Garros y el ATP de Tokio jugado en septiembre de 2005, se retiró del tenis en silencio, se alejó totalmente del ambiente de las raquetas y no volvió a frecuentar los lugares a los que solía ir. Un grupo de gente que supo integrar su entorno comentó que está radicado en Dallas, Estados Unidos.
Para Nadal, esa final de Roland Garros 2005 que mañana cumplirá 15 años fue el lanzamiento a la fama, mientras que para Puerta fue el inicio de una pesadilla de la que no despertó jamás.