Diego sufrió esta mañana un paro cardíaco del que no pudo ser reanimado y perdió la vida en horas del mediodía, a menos de un mes de haber cumplido los 60 años. El mundo entero está de luto.
El mundo entero llora la muerte de Diego Armando Maradona, que perdió la vida este mediodía en su casa de Tigre, donde sufrió un paro cardíaco del que no pudo ser reanimado. A los 60 años y tras haber pasado hace menos de un mes por una compleja cirugía, falleció a las 13:02 de este miércoles 25 de noviembre quien fuera el futbolista más grande de la historia del fútbol mundial para una enorme parte del público futbolero.
Maradona había salido de su última internación hace dos semanas y estaba en una casa de la localidad de Tigre, donde en los últimos días había atravesado algunos episodios malos en cuanto a su salud tanto física como mental. A las 12.50 se descompensó, y pese a la intervención de los médicos y las cuatro ambulancias que llegaron al lugar, esta vez el Diego no pudo reponerse y terminó perdiendo la vida a las 13.02.
Lo primero que trascendió, llegando a las 13, fue la noticia de la descompensación y rápidamente llegaron algunas fotos que marcaban la presencia de ambulancias en la casa de Tigre a la que Diego se mudó después de su intervención por el hematoma subdural, para poder estar más cerca de sus hijas y su familia. Sin embargo y cuando la situación parecía replicar las sensaciones de aquella vez en la que terminó internado primero en La Plata y después en la Clínica Olivos, a los pocos minutos llegó la confirmación de que esta vez no habría internación ni intervención que evitaran la trágica noticia, que causó estupor de inmediato en todo el mundo.
Diego Armando Maradona había cumplido el sueño de regresar al fútbol argentino cuando Gimnasia lo contrató como entrenador. Con La Plata como epicentro de una masiva revolución, el Diez generó algo único en cada cancha, ciudad o provincia a la que fue con el buzo del Lobo, con los merecidos homenajes que se dio el lujo y el gusto de hacer cada club que lo recibió en este tiempo. Formalmente, seguía siendo el técnico del Lobo, aunque tras la pandemia había estado algo más alejado por tratarse de un paciente de riesgo, y especialmente tras su última internación su trabajo como DT había entrado en pausa.