La Unión Argentina de Rugby sugirió no practicar el rugby tradicional hasta que mejore la situación sanitaria y alentó otras modalidades donde se reduce al mínimo el roce físico.
La pandemia de coronavirus cambió el deporte, en parte, como lo conocíamos. Todas las disciplinas en el país suspendieron sus competencias, solo hubo espacio para entrenar bajo protocolo y aun ya levantado el aislamiento obligatorio hay secuelas que mantendrán la inactividad. En el rugby el cambio es drástico, ya que desde la Unión Argentina de Rugby se bajó línea a todas sus afiliadas sobre lo que se podría jugar y lo que no por lo menos hasta que se apliquen algunas de las vacunas que se desarrollan en el mundo.
La UAR presentó una serie de recomendaciones para la vuelta a la actividad en los diferentes clubes que componen las 25 uniones miembro. Entre las principales medidas, la entidad madre de este deporte en el país sugiere no practicar el rugby 15, el rugby 10 ni otra modalidad que contemple que se juegue scrum o situaciones de prolongado contacto.
Esto deja de lado el rugby como lo conocemos, con mucho roce físico. Ahora se insta a la implementación de modalidades que eviten justamente eso y para ello la UAR hace énfasis en el touch rugby, TAG rugby y X rugby. Pero también existe otra variante, que nació en Salta y ya se desarrolló en algunos clubes. Se trata del rasico, rugby sin contacto.
La idea fue llevada a cabo por el coronel Mariano Castelli, exjugador de SIC y actual jefe de la Quinta Brigada de Montaña. Se intenta practicar la variante de un rugby seguro sin contacto y desarrollar destrezas individuales (carreras, patadas) que sirvan para la introducción al deporte de manera progresiva. Para eso, el largo de la cancha es de 100 metros por 70 de ancho. A su vez, se la subdivide en cien rectángulos imaginarios (10 por 7 metros) marcados con líneas. Cada equipo se constituye con 15 jugadores, ocho de ellos para el ataque y siete en defensa. Asimismo, el partido se divide en dos tiempos de 20 minutos. En cuanto al tanteador, el objetivo del juego es marcar un drop, que vale 5 puntos.
La idea se puso en práctica en Universitario RC antes de la última suspensión de actividades para los deportes en grupo. La evaluación fue positiva y hasta llegó a intentar instalarse en España. Un referente de la Unión Catalana de Rugby en Barcelona pidió conocer las reglas de juego para implementar el rasico en esa ciudad.
Las opciones de la UAR
Touch rugby. Se trata de una variante del rugby tradicional donde el único contacto permitido entre los oponentes es el toque con la mano que realizan los defensores al jugador para detener su avance. Las principales características de este deporte es la sencillez en las reglas, no existen los tackles, los scrums, los rucks y mauls, todas situaciones que se quieren evitar ante el contexto de pandemia.
TAG rugby. Es un juego rápido y sin contacto, adecuado para que los chicos y chicas se inicien en el rugby. Cada jugador tiene un cinturón del que cuelgan dos cintas, una de cada lado. El juego consiste en quitar esas cintas solamente en quien porta la pelota. El portador puede correr y evadir a los rivales sin utilizar las manos. Es un juego más destinado a la recreación que a la competencia.
X rugby. Las reglas de se diseñaron para alentar un juego rápido, simple y de habilidad, manteniendo el fundamento del rugby. Cada partido dura 10 minutos, el campo de juego es la mitad del terreno habitual y existe el contacto. La cantidad de jugadores es de cinco por equipo, más siete suplentes. Se originó en Inglaterra y actualmente está reconocido por la World Rugby como variante del juego tradicional.