El Asesor Arbitral FIFA se amparó en el reglamento y aseguró que, previo al tanto, "el jugador de Argentina recupera el balón a través de una infracción". Además, aclaró que la mano de Otamendi no fue penal y que el foul a Palacios era para roja.
Miguel Scime, Asesor Arbitral FIFA, dialogó con Sportia y, entre algunas de las polémicas que analizó del empate 1-1 entre la Selección Argentina y Paraguay, revisó la del gol de Lionel Messi anulado por el árbitro brasileño Raphael Claus a instancia del VAR - tanto que hubiese significado el 2-1 par la Albacieleste-. Lejos contradecir la sansión arbitral, el ex-juez aseguró que la decisión fue la correcta.
Si vamos a la letra fría de la Fase de Ataque con Posesión de Balón, cuando comienza el ataque, si termina en córner, no se revisa absolutamente nada, si rechaza un adversario, no pasa nada... pero si termina en gol, se tiene que revisar desde que se inicio hasta que terminó. El concepto dice 'señor, revise desde que se inició hasta que terminó'. No dice en ningún momento, en lo frió del reglamento, cómo se expresa para que lo interpreten los árbitros, que vaya directamente hacia al arco y no se desvíe, que no que vaya con pases laterales, que si pasan más de tres segundos no lo contabilice... no dice absolutamente nada... la interpretación la hace el VAR, que es el que gestiona y lo llama. Después, el arbitro es el que toma la decisión si esa falta existió o no existió, y decide a la velocidad que el pobre árbitro tiene estar detrás de una pantalla tomando decisiones con toda la presión, la tensión, con todo lo que pasa dentro de un campo de juego. Detrás de esa pantalla, teóricamente, hay dos personas, más uno más que los controla, que hicieron el mismo curso que él" , explicó Scime.
Y concluyó su fundamentación: "De acuerdo a lo que dice el frío reglamento, interpreto que está bien anulado porque la fase de ataque se inicia en el momento en que el jugador de argentina recupera el balón a través de una infracción".
La explicación de Scime por la mano de Otamendi no cobrada
Mucho se ha hablado y dicho en el último tiempo sobre que cualquier mano dentro del área es penal. Con este concepto en la cabeza, toda la Argentina temió un segundo penal en contra cuando ayer la pelota le pegó en la parte superior del brazo a Nicolás Otamendi, luego de un envío de Paraguay al área Albiceleste.
Pese al temor, el árbitro del encuentro ni si quiera fue a revisar la jugada al VAR y Scime explicó por qué. "A partir de junio del 2020 la regla sufre una modificación y dice que todo balón que impacte en un brazo, entre el hombro y donde comienza la axila, no debe ser sancionado como infracción. Si ves la foto o el video, le pega justo en el límite donde comienza la tetilla del jugador y donde termina el hombro. Ante ese tipo de consideración, ni el VAR ni el árbitro lo consideraron infracción porque consideraron que donde pegó no se debe tomar como una infracción de mano", justificó el ex-juez.
La decisión que correspondía en el rodillazo de Romero a Palacios
A diferencia de lo expresado en las acciones anteriores, Scime se mostró en desacuerdo con la sanción que se tomó en la jugada que terminó con la fractura vertebral del mediocampista argentino.
"Por su puesto que veo una jugada de roja. El VAR debería haber actuado ahí. La regla dice que en ese tipo de infracción se mide el punto de contacto, la fuerza aplicada y sus consecuencias. Olvídese de la intencionalidad. Esa es una resolución que era sencillamente fácil. No porque vi la consecuencia de que se fue en camilla, sino porque vi que la fuerza aplicada en el lugar que fue aplicado tenía una consecuencia de un posible riesgo físico al adversario. Eso es claro, es objetivo, por lo tanto tenía que haberle sacado tarjeta roja. Vamos a suponer que el arbitro, en la velocidad, a lo mejor no lo llegó a registrar así. El VAR lo tendría que haber registrado, lo podría haber llamado para una decisión, no decirle ‘expúlselo’, sino para informarle que había un posible juego brusco grave", expresó el Asesor Arbitral FIFA.