El lateral, que arrastra una distensión muscular desde antes de jugar con Libertad, seguirá con la recuperación en la Argentina mientras el equipo va a Colombia por otra victoria. La idea es no apurar a nadie...
Este domingo, pese a no viajar, Buffarini se realizó el hisopado como el resto de sus compañeros. Luego, trabajó diferenciado.
La ilusión estaba, sin dudas. Pero finalmente Julio Buffarini tampoco se va a poder subir al avión este martes para viajar a Colombia, donde el jueves Boca se medirá ante Independiente Medellín por la cuarta fecha de la Copa Libertadores. Y la razón no sólo es simple, también es entendible: Miguel Angel Russo no quiere arriesgar al lateral que evoluciona de una distensión muscular, que este domingo volvió a entrenarse diferenciado en el gimnasio y que en su consideración es una pieza inamovible de su esquema pese a que Juan Román Riquelme insistió hasta no hace mucho por otro 4. Por eso lo guarda, por eso lo quiere recuperado al ciento por ciento.
La decisión del entrenador de 64 años, que en principio tampoco viajaría a Medellín al igual que no lo hizo a Asunción hace unos días, se basa en una serie de motivos que no recaen únicamente en la visita al Atanasio Girardot. Por un lado, Russo quedó muy conforme con el rendimiento del equipo en el 2-0 a Libertad y, en consecuencia, con el trabajo que hizo Leonardo Jara, el reemplazante de Buffarini. Y por el otro, dato no menor, Miguel piensa hacia adelante. ¿Qué quiere decir esto? Que después de jugar el jueves con el DIM, cinco días después recibirá al Gumarelo de Ramón Díaz en la Bombonera.
Y ahí le apuntan Buffarini y también Ramón Abila, quien se desgarró y fue la primera baja de Russo en este regreso de la actividad. Sin embargo, ojo: que el defensor cordobés esté mejor para ese partido del 29/9 en la Argentina no quiere decir que sí o sí vaya a jugar o que es un hecho que va a estar en el banco y va a sumar minutos. De hecho, es posible que incluso Boca pueda llegar a esa fecha con buena parte de la clasificación a octavos de final asegurada y el DT no tenga necesidad de exigirlo sin necesidad.
Eso sí, si Russo y el cuerpo médico consideran que Buffarini, de 30 años, está okey y que ese partido con los paraguayos es buen momento para que comience a ganar rodaje nuevamente pensando en lo que se venga en la Copa y en el torneo local, lo van a hacer. Siempre y cuando, por supuesto, no implique un riesgo para Caffurini, como lo bautizaron los hinchas de Boca.
Buffarini, que se adueñó del lateral derecho después de 10 años (desde que se fue Hugo Ibarra), que fue clave en la defensa del Boca campeón y que fue elogiado y entró en la consideración del técnico de la Selección, Lionel Scaloni, está en plena recuperación. Sufrió una molestia muscular hace siete días, justo antes de que se reanudara la Libertadores y se perdió los primeros pasos del Xeneize en la Copa, aunque sabe que su lugar lo tiene asegurado. Aunque claro, por ahora deberá seguir esperando un par de semanas más...