Ante los trabajos de remodelación en el Monumental, el Millonario deberá salir de Núñez para jugar por la Copa y en las últimas horas hubo contactos con dirigentes del Fortín.
Tras barajar otras opciones como el Malvinas Argentinas de Mendoza, el Libertadores de América de Independiente, y hasta el Tito Tomaghello, de Defensa y Justicia, la dirigencia de River ya decidió dónde jugará sus partidos de local en la Copa Libertadores, teniendo en cuenta que el estadio Monumental no estará disponible debido a las obras que se llevarán a cabo para cambiar el césped y modificar cuestiones estructurales del estadio.
La elección, en conjunto entre el cuerpo técnico y la dirigencia, es jugar en la cancha de Vélez, el José Amalfitani. Y teniendo en cuenta que este jueves vence el plazo para que los equipos que juegan la Libertadores informen a la Conmebol en caso de necesitar un cambio de localía, desde la Comisión Directiva de River se comunicaron en las últimas horas con sus pares del Fortín.
Desde Liniers ven con buenos ojos la posibilidad de alquilarle el estadio al Millo y ya empezaron a revisar cuestiones que necesiten contemplar para poder ser habilitado por Conmebol como estadio para albergar un partido de Copa Libertadores (medidas del campo de juego, estado del césped, iluminación, etc) y en estos días podría quedar sellado el acuerdo por el que el equipo de Marcelo Gallardo jugará allí el miércoles 30 de septiembre ante San Pablo y el martes 20/10 ante Liga de Quito, en los últimos dos partidos de la fase de grupos, en los que esperará conseguir resultados que lo metan en la fase final y los encuentros que deba jugar en el Amalfitani sean muchos más que esos dos.