El entrenador, doble grupo de riesgo, siguió el entrenamiento desde el comedor del predio de Ezeiza, que cuenta con vista panoramica a las nueve canchas.
Finalmente, Miguel Ángel Russo estuvo presente en los entrenamientos de Boca. El entrenador de 64 años y doble grupo de riesgo en la pandemia por coronavirus, tomó la decisión y dijo presente en Ezeiza. Con el mayor de los cuidados, supervisó los entrenamientos desde el comedor del predio.
En el primer piso módulo 2 del complejo que tiene el Xeneize, el DT tuvo una vista panorámica de las tres canchas que fueron utilizadas por los deportistas en la vuelta de la actividad.
Allí, Russo siguió a los seis grupos en los que dividió, a pedido del protocolo, al plantel xeneize. Además, estuvo presente en los dos turnos de trabajo. El primero, de 9 a 11, y el segundo, de 11 a 13. Los jugadores, por su parte, contaron con gazebos individuales al margen del terreno de juego donde recibieron la indumentaria y una botella de agua.