Los dirigentes del xeneize quieren aprovechar que varios jugadores de Independiente buscan una salida en este mercado de pases.
El llamado de Lucas Pusineri a Iván Marcone desató un sin fin de rumores y de contactos entre las dirigencias de Boca e Independiente en un mercado de pases afectado por el coronavirus. Y claro, teniendo en cuenta la época de vacas flacas por la crisis económica mundial, ambos clubes empezaron a hablar de trueques, cancelación de deudas, jugadores en forma de pago y cláusulas de salida.
Primero, el xeneize puso arriba de la mesa el nombre de Silvio Romero -si aparece una oferta concreta se va- como una de las prioridades, aunque el elevado contrato del último goleador del campeonato cambió rotundamente los planes de los dirigentes. Es que ahora le apuntaron a Cecilio Domínguez, dejando de lado al 9, y no descartan utilizar a Iván Marcone, de poco rodaje en el ciclo de Miguel Ángel Russo, como moneda de cambio, sabiendo que el mediocampista es hincha reconocido del Rojo y no se opondría a la decisión. Sin embargo, Juan Román Riquelme querría algo más en el medio...
¿Cómo surge el interés de Boca por el atacante paraguayo? Su nombre es un viejo conocido: hace algunos años ya le habían puestos los ojos cuando militaba en Cerro Porteño y lo enfrentaron por la Copa Libertadores. Pero en aquel momento, el jugador prefirió tomar otro rumbo y continuar su carrera en América de México.
De todas maneras, ahora el panorama cambió, y mucho, ya que el surgido en Sol de América, muy cuestionado en Avellaneda por sus flojos rendimientos, se entrena por su cuenta y hasta cree que podría llegar a salir de su actual club en condición de libre, más allá de que la situación fue descartada rápidamente por su primer abogado.
La idea de Jorge Bermúdez, integrante del departamento de fútbol del xeneize, es considerar a Cecilio como una alternativa para Sebastián Villa y Agustín Obando. Incluso, el Patrón ya se comunicó con los Moyano y les pidió el 70 por ciento de su pase.
Por el lado de Marcone -se lo habían ofrecido en su momento a Ariel Holan y le bajaron el pulgar- hay predisposición: aceptó una rebaja del 40 por ciento de su sueldo y le blanqueó la situación a los directivos de la Ribera. Su postura fue clara: si les sirve a ambas instituciones, él va a acceder, sobre todo porque perdió terreno ante Jorman Campuzano tras ser titular indiscutido en la era de Gustavo Alfaro.