Francisco Cerúndolo (30º) estrenó su puesto como número uno del tenis argentino con un partido para el infarto en su debut en el Argentina Open: estuvo 6-2 y 3-0 ante el alemán Yannick Hanfmann (134º), pero se le complicó y llegó a estar 3-5 abajo.
El partido, lleno de vaivenes, lo encontró con espalda: al cabo pudo imponerse en condiciones adversas para sentenciar el triunfo por 6-2, 4-6 y 7-5 en el estadio Guillermo Vilas del Buenos Aires Lawn Tennis Club.
"Gane o pierda siempre voy a dar hasta lo último. A veces uno no juega bien y tiene que ganar como sea. De las derrotas uno aprende y yo veo muchos partidos. No me gusta sufrir pero vengo de semanas complicadas: tuve una pequeña lesión en la Davis y en Córdoba jugué tocado”, reflexionó el mayor de los Cerúndolo, de 24 años.
Por su parte Sebastián Báez no pudo cerrar un partido que tuvo encaminado y que parecía ser la continuidad de su consagración en Córdoba.
Llegó a sacar incluso para ganar el partido con el marcador 6-3 y 5-4, pero su rival Dusan Lajovic (90º) le quebró el servicio. Finalmente, el argentino cayó 3-6, 7-6 (5) y 6-3.