El argentino, que tiene contrato con Manchester United, relató el episodio del llamado de Román, que finalmente desechó porque su deseo es seguir jugando en Estudiantes de La Plata.
Boca es un mundo dentro del fútbol argentino y son pocos los valientes que se animan a decirle que no a una propuesta de Juan Román Riquelme, vicepresidente del club, para defender sus colores. Marcos Rojo, quien integra actualmente esa lista de osados, relató el episodio con el N°10 del otro lado de la línea telefónica. Meses más tarde, la historia podría tener otro final: ¿ahora sí?
"Fue una locura. Primero me manda un mensaje el hermano diciéndome que Román quería hablar conmigo. Si no me molestaba. Le digo ´¿cómo me va a molestar?´, y me responde ´en estos días te va a llamar´. Listo. Pasaron dos o tres días... Ahí me manda un mensaje, un sábado, que decía ´hola, soy Román. Marcos, disculpame que te moleste. ¿Te puedo llamar?´. Yo estaba en mi casa y digo ´noooo, voy a hablar con Riquelme´”, contó el zurdo el año pasado en diálogo con Infobae.
Más allá de haberse codeado con estrellas mundiales de Europa, para Rojo era un cúmulo de sensaciones dialogar con el de Don Torcuato y escuchar su ofrecimiento. “Me temblaban las piernas. Lo había visto una sola vez. Jugamos Estudiantes-Boca. Yo estaba en el banco. Me acuerdo que lo crucé. Se lo dije ahora. ´Vos me saludaste a mí, pero seguro no te acordás´. Se cagaba de risa. Imaginate: me había dado la mano y yo ya estaba chocho... Entonces hablamos, me dijo su idea en Boca. Yo medio que de entrada no cerré nada porque se terminaba mi préstamo en Estudiantes, tenía que volver a Inglaterra. No es lo mismo Boca que Estudiantes, son mucho más conocidos. Por dentro pensé ´quizá Manchester acepta la oferta de ellos´. ´Dejame pensarlo, lo voy a hablar con mi familia´, le respondí. Hablé con mi mujer, con mi hermano, con mis amigos. Pero yo si viera que otro jugador en mi lugar se va a Boca pensaría que no está bien. Que de la nada aparezca en Boca no me parece. Esto se lo dije a Román en otra llamada que tuvimos”, expresó el platense.
Fue difícil para él bajarle el pulgar al máximo ídolo de la historia del Xeneize, aunque la palabra de un viejo amigo Pincha sirvió para clarificar las ideas y el horizonte: “Me costó. Lo hablé con todo el mundo. Me ayudó mucho una charla que tuve con el Chapu Braña. Cuando se enteró de todo esto, me llamó y hablamos de un montón de cosas. No solo de jugar en Boca. Por suerte Román se lo tomó súper bien. Súper respetuoso conmigo. Yo se lo agradecí mucho. Que alguien con tanta historia se tome el tiempo de llamarme, de insistirme, habla muy bien de él y me hace sentir bien súper bien como jugador”.
Además, Rojo recordó las disputas entre su padre, fiel hincha de Boca, y su madre, en la vereda de enfrente: “Mi viejo ya se metía en La 12. Me decía ´mirá que yo no quiero platea, te quiero ver con la hinchada´. A mi vieja ni le pregunté porque es de River. Mi viejo presionaba para que fuera a Boca. Mi vieja decía ´no, vos estás loco´. Ellos se peleaban como si ya estuviera hecho”.
Igualmente, más allá de haberle negado la posibilidad a Riquelme en este momento, el exlateral de la Selección no descarta vestir la azul y oro en un futuro: “Cómo le podés cerrar la puerta a Boca. Un club tan grande no solo en Argentina sino en Sudamérica y en el mundo. Cualquier jugador quisiera jugar en Boca. Yo le agradecí a Román. En este momento quiero jugar en Estudiantes. Me gustaría sacarme las ganas de entrar más de una vez en 1 y 57. Después, con el tiempo, nunca se sabe. Yo tendría que volver a Inglaterra o donde sea en Europa, porque todavía me quedan años para jugar allá. Después, como te digo, nunca se sabe si cuando vuelva puede ser Boca u otro equipo”.