La dirigencia y el DT Maza ya comenzaron a abocarse al rearmado del grupo.
Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana se despertaron tras un tortuoso y forzado letargo de más de siete meses empujados por una pandemia que dejó a ambos clubes, y al fútbol salteño en general, en una situación mucho más caótica que la que presentaban antes de la llegada del coronavirus.
La falta de ingresos por recaudaciones, la caída de sponsors y la merma de socios, tres recursos genuinos que solo les servían para subsistir en tiempos regulares de competencia, fueron un duro golpe que los llevó a la necesidad de implorarle al Consejo Federal, junto a otros clubes con apetencias de competir, por la vuelta de la categoría más postergada.
Lo cierto es que tras confirmar su participación, ambos clubes comenzaron a activar el rearmado de sus planteles a la espera de la vuelta a las prácticas.
En cuanto al albo, a excepción de Luciano Herrera (se fue a Central Norte) y Eduardo Buruchaga, el resto de los jugadores confirmó su regreso.
“El compromiso de los jugadores está y el cuerpo técnico está esperando para volver a entrenar”, expresó en un comunicado virtual el titular de la subcomisión de fútbol, Sergio Plaza.