El viernes pasado el periodista se fue del aire de El Noticiero, por A24. "Cualquier cosa que uno sienta, le da la sensación de que es COVID-19", indicó
El viernes pasado, Eduardo Feinmann sorprendió a sus televidentes de El Noticiero, por A24, al abandonar en vivo su programa de televisión. Minutos después de haber realizado el pase con Jonatan Viale, al conductor no se lo vio más en la pantalla y Mariano Obarrio tomó su lugar.
“Eduardo tuvo que irse. Hoy hizo un esfuerzo muy grande para venir. No se sentía muy bien, así que vamos a continuar el noticiero con todo el equipo”, explicó el Esta mañana, Feinmann se presentó a Radio Rivadavia (AM 630) para conducir su programa Alguien tiene que decirlo y luego de saludar a sus fieles oyentes por el Día del Amigo, explicó por qué abandonó el viernes su programa de televisión. Además, agradeció los mensajes que recibió de quienes se preocuparon por su salud.
“Me tuve que ir porque, en el medio de esta pandemia y de todas las historias que nosotros contamos todos los días, cualquier cosa que uno sienta le da la sensación de que es COVID-19. Uno se torna paranoico ya a esta altura de la vida″, indicó el periodista, que llegó el viernes al canal con un fuerte dolor de cabeza. “Dije: ‘Bueno, qué se yo, será la temperatura o la cantidad de información que uno tiene’”, pensó, minutos antes de salir al aire.
“Y después, cuando empecé el programa, empecé a sentir mucho más dolor de cabeza a nivel de la sien”, continuó el conductor, que decidió retirarse de la emisora sin contarles a sus compañeros para no alarmarlos. “¿Vio cuando se le viene a la cabeza todos los síntomas que provocan el COVID-19? Uno de esos era el dolor de cabeza. No me sentía bien, me sentía como un poco mareado, y dije ‘me voy, quiero cuidar a mis compañeros, por las dudas’. Y me levanté y me fui. No me quise quedar a seguir probando a ver si se me pasaba el dolor de cabeza o no”, agregó.
Ante estos síntomas, el periodista se realizó el test rápido durante el fin de semana. “Gracias a Dios, dio negativo”, indicó, y sostuvo que no había respondido los mensajes que recibió porque prefirió esperar hasta tanto tuviera los resultados. “Gracias a todos los que me escribieron. No le contesté a nadie hasta no tener el resultado”, explicó.
“¿Pero uno se vuelve paranoico, no? Que cualquier resfriadito, o cualquier agüita que le cae por la nariz, o cualquier dolor de cabeza, cualquier dolor de panza, cualquier dolor muscular, uno ya piensa que tiene el coronavirus”, consideró Eduardo Feinmann.