La conductora reveló que le había hecho un pedido especial a su hija fallecida antes de la boda con Roberto García Moritán.
“El 8 de febrero miré al cielo y dije: ‘Yo quiero un compañero en esta vida’”. Estas palabras pronunció Pampita mirando a los ojos a Roberto García Moritán, minutos antes de dar el sí en su casamiento el viernes pasado, en el palacio Sans Souci.
Los días 8 de cada mes son muy especiales para Pampita y Benjamín Vicuña: ese día de septiembre de 2012 murió Blanca, su hija mayor, cuando tenía seis años. Y el 8 de febrero pasado la modelo se encontraba por motivos laborales en Chile, país donde descansa su pequeña. Fue una ocasión para reencontrarse con sus sentimientos más profundos y visitar a su hija.
“Los 8 para mí son súper especiales, días muy fuertes y es como mi día permitido en todo el mes para conectarme con algunos lugares dolorosos, y justo me coincidió en Chile. ‘Qué coincidencia. Voy a estar en Chile el 8’. Siempre los vivo acá (por Buenos Aires), porque vivo acá y no creo que vuelva a vivir en Chile”, contó en Pampita Online.
“Entonces fui a llevarle flores a mi hija. Yo me sentía muy mal en ese momento, estaba muy triste. El año anterior había sido muy duro para mí y nunca le había pedido nada a mi hija, nunca jamás. Pero no sé por qué ese día estaba muy conmovida de estar ahí, la coincidencia, y le hice un pedido, de verdad, muy profundo. Fue de adentro. Un pedido de ‘quiero tener un compañero en la vida’”, reveló.
En ese sentido, continuó con el emotivo pedido que le hizo a su hija: “No pedí nada hasta ahora pero siento que me tenés que ayudar. Para mí es importante transitar la vida con alguien. Que me dé amor, y un amor que me dé paz, estar en calma. También agradecí todo lo que tenía, lo bien que veía a mis hijos en su vida, cómo estaban creciendo, hermosos. El trabajo también, como que había recuperado las riendas de mi carrera. Pero eso me estaba faltando y por mi forma de ser lo necesito”.