El Gobierno estadounidense ganó la apelación del Tribunal de Magistrados de Westminster, para la extradición del periodista Julian Assange. Consiguió que la Justicia británica revoque su decisión de amparar al fundador de WikiLeaks, y ahora podrá ser extraditado a EE.UU.
Es un mal día para Assange, para los periodistas del mundo entero, para la libertad de prensa, un mal día para la transparencia y el control de los Gobiernos.
Un tribunal londinense despejó el camino para la persecución del periodista y precisamente lo hizo en el Día de los Derechos Humanos.
Es una amarga ironía que esta decisión se produzca el día en que dos periodistas son honrados con el Premio Nobel de la Paz en Oslo. Igualmente amargo resulta que este fallo se de a conocer en el segundo día de la "Cumbre de la Democracia", organizada por el presidente estadounidense, Joe Biden.
La revocación
La justicia británica revocó su decisión de no extraditar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos, donde es requerido por publicar documentos clasificados en 2010 y 2011, que según el Gobierno estadounidense violaron la ley y pusieron en peligro vidas.
Estados Unidos había apelado un fallo judicial del Reino Unido en enero pasado, cuando la Corte británica dictaminó que no podía ser extraditado a ese país debido a preocupaciones por su salud mental. La jueza de distrito Vanessa Baraister había dictaminado que Assange no debería ser enviado a Estados Unidos, al considerar que corría riesgo de suicidio si esa posibilidad se concretaba.
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Assange, de 50 años, es buscado en Estados Unidos por una supuesta conspiración para obtener y divulgar información de defensa nacional luego de la publicación de WikiLeak de varios cientos de documentos filtrados relacionados con las guerras en Afganistán e Irak. Los delitos por los que el activista es requerido en Estados Unidos suman una condena de más 175 años de cárcel.
En respuesta a la decisión del Tribunal Superior de Londres, la pareja de Assange, Stella Moris, dijo a los medios británicos que apelarán esta decisión lo antes posible. Moris describió el fallo del Tribunal Superior como «peligroso y equivocado» y un «grave error judicial».