También el impulsor de la discoteca La Nave Jungla comenzó su carrera como colaborador de la revista Expreso Imaginario, escribió el relato autobiográfico "Freakenstein" y dirigió un documental sobre la vida del bailarín de tango Héctor Mayoral.
Sergio Aisenstein, el creador del legendario Café Einstein a finales de la dictadura y de la discoteca Nave Jungla al cierre de la década del ochenta, falleció hoy a los 64 años, según confirmaron a Télam algunos de sus allegados.
El referente de la contracultura porteña, con pasado como colaborador en la mítica revista Expreso Imaginario y en el programa radial “El Tren Fantasma” que influenció a Daniel Grinbank en la creación de la Rock & Pop, presentaba cinco años atrás su última obra, el libro autobiográfico "Freakenstein".
Entre otras facetas, se desempeñó como escritor, guionista y productor televisivo en señales como TN, Canal A y Canal Sólo Tango, donde creó el programa "La Menesunda".
"El hombre que baila", el largometraje documental que escribió y dirigió en 2011 sobre la vida del tanguero Héctor Mayoral, recibió excelentes críticas de la prensa especializada.
"Todos somos freaks. A todos nos falta algo, a todos nos sobra algo, somos seres incompletos y esa es la idea del freak. El Café Einstein fue la formación de esa cultura. Mi trayectoria fue siempre hacer y crear cultura y nunca me fijé qué estaba pasando a los costados, sino no hubiera hecho nada", aseguraba a Télam al conversar sobre su libro.
El recuerdo de su vida en Europa, el nacimiento del punk y sus días con Luca Prodan y otros músicos y artistas que marcaron la cultura de nuestro país son algunos de los recuerdos que el autor eligió compartir en "Freakenstein", un documento de época pero también el relato de un sobreviviente.
Aisenstein, el Sergio al que Luca le grita "Quiero dinero" en el tema de Sumo que lleva ese nombre, mantuvo una profunda amistad con el cantante italiano que hizo su debut con su banda en el Einstein, al igual que otros grupos como Soda Stereo.
"Luca vivía en mi casa. No se abría mucho, no le gustaba mostrarse. Lo hacía solo como el Luca que aparecía en el escenario. Antes de conocerlo a él, conocí a sus amigos en Europa. Todos murieron igual: de heroína", sostuvo en aquella entrevista con esta agencia.
En sus últimos años, coqueteó con la idea de volver a emprender en la noche porteña, algo que por distintas razones nunca terminó de concretar: "La idea es hacer, armar un nuevo lugar, sobre el que no quiero adelantar mucho. Me gustaría que sea en el barrio de Villa Crespo pero falta, primero tengo la presentación del libro, me quiero ir de vacaciones y después veré", decía.
Hoy, músicos, amigos y fieles asistentes del Einstein y Nave Jungla lo despidieron con tristeza en redes sociales.