En las últimas horas, trascendieron imágenes de un festejo multitudinario en un bar que tenía el actor. Ante la confusión que generó, aclaró que él ya no es más dueño del lugar.
El fin de semana, Facundo Arana se vio envuelto en una polémica cuando se lo relacionó con una fiesta clandestina. La supuesta reunión masiva en la que no se cumplió con los protocolos sanitarios habría tenido lugar en un bar que el actor inauguró en Nordelta, Tigre, a fines de noviembre. Inevitablemente, cuando la versión empezó a correr en las redes sociales, cientos de usuarios criticaron que no se acataran las normativas en un contexto alarmante ante la segunda ola de COVID-19.
Para aclarar esta situación, dialogó con Virginia Gallardo y contó su versión de los hechos. “Está desvinculado del bar desde diciembre y no va físicamente desde noviembre”, leyó la panelista al aire de Intrusos (América). Además, agregó: “Sí se ocupó de esta situación. Facundo nos dijo que cuando salió todo esto, se comunicó con la gente del bar”.
En ese sentido, Arana destacó que el actual propietario cumplió con las normativas: abrió las puertas de 11.00 a 19.00 y respetó las normativas dispuestas por el Gobierno. Además, luego de que se lo difamara, el actor aseguró que tomará cartas en el asuntos.
En la fiesta clandestina en la que involucraron al artista participaron 70 personas. La misma fue desbaratada por efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y hubo cuatro personas detenidas, de entre 43 y 49 años, que intentaron agredir a los oficiales.
El bar Vermú había sido un emprendimiento al que Arana se aferró cuando las actividades culturales no pudieron desarrollarse con normalidad a comienzos de la pandemia. En agosto del año pasado, compartió varias historias en su cuenta de Instagram en las que retrató cómo un depósito de madera se había transformado en este pintoresco local en una de las zonas más top del país.
“Al principio de la pandemia cuando eran 15 días ya era difícil. Cuando se fue extendiendo ya nos empezamos a preocupar por el trabajo. Jamás nos imaginamos que en octubre íbamos a seguir adentro”, había asegurado cuando anunció su cambio de rubro en diálogo con La Nación. Y añadió: “Dentro de toda esta locura que nos toca vivir soy un afortunado, todas las noches tengo comida en mi casa, mis hijos tienen un techo, pero no es la suerte de todo el mundo. Trato de mantener la calma y el espíritu en alto porque tenemos que seguir adelante”.
La idea central de su nuevo negocio era que los clientes puedan disfrutar de una comida al paso y conectar con la naturaleza. Sin embargo, y pese al entusiasmo que demostró durante la apertura de cara a la temporada de verano, Facundo prefirió priorizar su carrera actoral y abandonó el proyecto.