Durante el tiempo de aislamiento, no se debe dejar de realizar actividad física. No sólo ayuda a cuidar la salud del corazón, también contribuye a manejar el estrés, la ansiedad y la angustia.
Hoy 29 de setiembre es el Día Mundial del Corazón. Por ello, el Ministerio de Salud Pública da a conocer información sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la causa número uno de muerte en el mundo. En el actual contexto de pandemia, los pacientes con ECV se enfrentan con una gran amenaza: no sólo tienen mayor riesgo de desarrollar formas graves de COVID-19, sino que además pueden descuidar la salud del corazón.
Por ello, se recomienda no desatender los síntomas, comer saludablemente, mantenerse activo todos los días y no fumar. Además, controlar el peso corporal según las recomendaciones del médico o nutricionista.
Cambio de hábitos en la alimentación
Se recomienda:
· Reducir el consumo de bebidas azucaradas.
· Preferir agua, o jugos naturales, sin azúcar.
· Cambiar las golosinas dulces por fruta fresca.
· Tratar de consumir cinco porciones de frutas y verduras por día.
· Si se bebe alcohol, que sea preferentemente vino tinto, en las cantidades recomendadas: una copa de 140 mililitros las mujeres y dos copas los varones.
· Limitar el consumo de alimentos procesados, que suelen tener alto contenido de sal, azúcar y grasa.
Alimentación saludable:
· Verduras y frutas de distintos colores
· Carne de vaca sin grasa, hasta dos veces por semana
· Pollo sin piel
· Pescado, por lo menos una vez a la semana
· Lácteos descremados
· Alimentos frescos y naturales
· Reemplazar la sal por especias, hierbas aromáticas y condimentos naturales.
Efectos nocivos de la sal
El infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular (ACV), son considerados como las principales causas de muerte prematura de los últimos tiempos.
Una forma de prevención es reducir el contenido de sal en las comidas. El consumo excesivo de sodio puede provocar o favorecer la hipertensión y aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y ACV.
Se estima que los argentinos, en general, consumen un promedio diario de sal que supera los 11 gramos, el doble de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Este organismo aconseja una ingesta diaria de 5 gramos para personas adultas y una cantidad menor para niños hasta los 15 años.
Un alto porcentaje de sal ingresa al organismo a través de alimentos procesados como panes, quesos, conservas, fiambres y comidas envasadas. Por ello, se recomienda:
· Al fabricar productos alimenticios, reducir la concentración de sal.
· Estimular el menor consumo de sal en escuelas, comedores, hospitales, lugares de trabajo, etc.
· Elegir productos preparados con bajo contenido de sal.
· No colocar saleros en la mesa.
· Reducir el agregado de sal a las comidas.
· Cocinar con menos sal.
· Habituar a los niños en el consumo de alimentos no procesados, sin sal añadida.
Beneficios y claves de la actividad física
La Sociedad Argentina de Cardiología expresa:
· Son incuestionables los beneficios que tiene para la salud la práctica regular de actividad física.
· Es fundamental para la prevención de enfermedades cardiovasculares y es importante en el control de los factores de riesgo.
· Es importante que en este momento de aislamiento preventivo no se deje de realizar actividad física.
· No sólo ayuda a cuidar el corazón, también ayuda a manejar el estrés, la ansiedad y la angustia.
· Se recomienda realizar de 30 a 60 minutos de actividad física diarios: caminar es una buena forma de empezar.
· Aún en horario laboral, es importante hacer una pausa activa, movilizarse, realizar una caminata si fuera posible.
· Antes de iniciar rutinas de actividad física exigentes, es importante consultar a un cardiólogo.
Factores de protección y riesgo
Para evitar los efectos nocivos del sedentarismo se aconseja caminar al menos media hora por día o subir escaleras durante siete minutos. Por otra parte, es fundamental no fumar, descansar bien y efectuarse controles periódicos de la tensión arterial, colesterol y glucosa en sangre.
Constituyen factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, el consumo de tabaco, sobrepeso y obesidad infantil y del adulto, el sedentarismo, la hipertensión arterial, la diabetes, el estrés y el alto nivel de colesterol en sangre.
Para hacer actividad física, no es necesario ir a un gimnasio. Se puede hacer caminatas, andar en bicicleta, bailar, trotar, practicar algún deporte.
ECV y COVID-19
Es importante que todas las personas de riesgo para enfermedad cardiovascular, como hipertensos, diabéticos y mayores de 60 años, hayan sido vacunados contra la gripe y neumococo. Asimismo, no se debe discontinuar la medicación indicada, aunque no se tenga síntomas.
El paciente diabético, hipertenso o que ha sufrido un infarto de miocardio o accidente cerebro vascular (ACV), debe prestar atención a estos síntomas, que pueden indicar una descompensación y consultar de inmediato con el médico:
· Dolor de pecho opresivo y frecuentemente irradiado a los brazos, el cuello o la espalda.
· Edemas de reciente aparición o empeoramiento de los previos.
· Sensación súbita de falta de aire.
· Dolor súbito con cambio de color o temperatura en los miembros inferiores.
· Síncope, pérdida de conciencia.
· Palpitaciones (latidos del corazón rápidos) de reciente aparición.
· Dificultad para hablar, sensación de mano torpe o pérdida de fuerza o sensibilidad en alguna parte del cuerpo.