Por Sergio Raúl Beretta, Cículo Médico de Salta
Después de muchos días de lucha desigual se van sumando víctimas fatales a esta despiadada pandemia. Ayer, hoy y mañana. Colegas que son amigos, maestros, compañeros, discípulos, padres, hermanos, esposos e hijos.
Pérdidas irreparables.
Todos diferentes en virtudes y también con defectos. Pero con dos comunes denominadores: la consagración de sus vidas para tratar de sanar, aliviar y acompañar a otros; y la pobreza de sus sueldos y honorarios por el cumplimiento de sus tareas.
Vivimos hoy en un país con muchos políticos de dudosa moral, donde tristemente poco importan la salud, educación y seguridad. Se demonizan los trabajadores, productores y empresarios a quienes se exprime con sus impuestos para asegurar sus altísimos salarios y derramar pobreza sobre el pueblo que la manotea a cambio de un voto. Hoy la pandemia es producida por un virus, ayer una bala, mañana el hambre y la sumisión.
Enf. Oscar Alderete - Enf. Norma Aguirre - Enf. Luis Vanoli - Enf. Norma Benci
Se van yendo los mártires sin vociferar esas verdades que tanto incomodan al poder que distribuyó y distribuye inequitativamente los recursos.
No silenciando nuestras verdades, será nuestro mejor homenaje a tantos trabajadores de la salud que en esta pandemia están entregando sus vidas sin poder gritar.
Nuestras profundas condolencias a los familiares y que Dios les dé la paz y el consuelo necesario para continuar.