La mayor ocurrencia de casos se registra en los departamentos San Martín, Orán y Anta. En capital se reportaron casos sospechosos y se hizo el bloqueo sanitario correspondiente.
El Ministerio de Salud Pública brindó información sobre la situación del dengue en la provincia. La conferencia estuvo a cargo de la directora general de Coordinación Epidemiológica, Griselda Rangeón y el responsable del programa de enfermedades Transmitidas por Vectores, José Serrat.
Desde el inicio del período de vigilancia intensificada de cuadros febriles, el 1 de octubre pasado, hasta el presente, desde las diferentes áreas operativas se reportaron 3170 casos sospechosos, de los cuales se confirmaron 672.
Algunas de las cifras proporcionadas sobre casos confirmados son las siguientes:
En Salvador Mazza, primera área operativa que notificó casos sospechosos en el mes de enero, se confirmaron 16 casos por prueba de laboratorio y 12 por nexo epidemiológico, es decir que sin haberse realizado la prueba de laboratorio se da por confirmado por tratarse de un contacto estrecho con un caso positivo.
En esta localidad, a la fecha, hay 189 casos reportados como sospechosos de dengue.
En el área operativa Orán, hay 466 síndromes febriles sospechosos y se han confirmado 7 por laboratorio y 116 por nexo epidemiológico.
En Las Lajitas, se reportaron 585 casos sospechosos, se confirmaron 13 por laboratorio y 8 por nexo epidemiológico. En esta localidad hubo 4 casos importados.
La directora general de Coordinación Epidemiológica informó que la semana pasada se reportaron 13 casos sospechosos de dengue en distintos puntos de la Capital, ante lo cual se procedió al bloqueo de foco correspondiente y no se reportaron nuevos casos.
Otros puntos
Con respecto al serotipo de dengue en circulación, Griselda Rangeón dijo que desde hace dos años en la provincia se reporta el tipo Dengue 1. “Hemos tenido sólo dos casos aislados de Dengue 4, importados”, dijo, acotando que este tipo de la enfermedad está presente en países limítrofes, como Paraguay y Bolivia.
La funcionaria también aclaró que no existe un tratamiento específico para pacientes con dengue y que la terapia de recuperación consiste en control de los síntomas, como fiebre, dolores articulares y musculares. En estos casos, se indica reposo e hidratación, control con paracetamol y no uso de aspirina.
En cuanto a provisión de repelentes de insectos, se informó que la Provincia adquirió una partida de 9000 envases en Buenos Aires, cuya recepción se vio demorada por la emergencia sanitaria. No obstante, ya llegaron y fueron distribuidos a las áreas operativas, con destino a embarazadas y pacientes con síntomas sospechosos de dengue.
Control del mosquito
Los funcionarios informaron que el Ministerio de Salud Pública trabaja en coordinación con el Servicio Nacional de Control de Vectores dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, que tiene bases en la provincia.
Las acciones para el control del mosquito Aedes aegypti adulto con productos insecticidas se realizan mediante brigadas integradas.
De esta forma se trabaja en Salvador Mazza, Aguaray, Tartagal, General Mosconi, General Ballivián, Coronel Cornejo, Joaquín V González, El Quebracahal, Las Lajitas, Apolinario Saravia, El Galpón, Metán, Rosario de la Frontera, General Güemes, Urundel, Pichanal, Embarcación, Orán, Colonia Santa Rosa y Salta.
Serrat informó que, debido a la situación de emergencia sanitaria por COVID-19, la cantidad de técnicos nacionales se ha visto disminuida, aunque se reforzaron las brigadas en los departamentos San Martín, Orán y Anta con más de 300 efectores municipales.
El funcionario aclaró que el rociado con insecticida debe ser necesariamente complementado con la eliminación de los criaderos, ya que el producto rociado mata al mosquito adulto por volteo, pero no tiene poder residual.
El Ministerio de Salud Pública reitera la importancia de la participación activa de la comunidad en la prevención, realizando periódicamente la limpieza de fondos, patios y jardines.
El mosquito se reproduce en agua estancada, por lo que se debe evitar la existencia de recipientes u otros objetos, por más pequeños que sean, donde se pueda acumular agua. También se debe controlar malezas y protegerse de picaduras.