En el Día Mundial sin Tabaco, la OMS alerta sobre los efectos nocivos del consumo de tabaco en los fumadores y del humo del cigarrillo ajeno para los no fumadores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instituyó el 31 de mayo como Día Mundial sin Tabaco. La finalidad de la celebración es concienciar a la población sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición de personas no fumadoras al humo del cigarrillo ajeno.
El Organismo afirma que el tabaco causa 8 millones de muertes cada año y que la evidencia científica demuestra que los fumadores tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedad severa con COVID-19 que los no fumadores.
Una estrategia de prevención es advertir a los jóvenes sobre las tácticas de venta de la industria del tabaco y evitar su consumo, ya que contiene miles de sustancias químicas, incluyendo al menos 70 que causan cáncer.
Otras sustancias contenidas en el humo del tabaco pueden causar enfermedades cardíacas, pulmonares, u otros problemas graves de salud.
En esta fecha, los organismos de salud de todo el mundo hacen un llamamiento a los jóvenes, para que se sumen a la iniciativa global de convertirse en una generación libre de tabaco.
En ese marco, el Ministerio de Salud Pública se suma a la convocatoria mundial y brinda información sobre la problemática del tabaquismo y sus efectos negativos en la salud.
Efectos en la salud
El consumo de tabaco tiene consecuencias negativas en la salud de los pulmones, que van desde las enfermedades respiratorias crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), hasta el cáncer.
Son múltiples las maneras en que el tabaco puede afectar la salud pulmonar. Fumar es la principal causa de cáncer de pulmón y de afecciones respiratorias, pero la exposición al humo de tabaco ajeno también aumenta el riesgo de contraer estas enfermedades.
La posibilidad de desarrollar EPOC es particularmente alta entre las personas que comienzan a fumar a edad temprana, ya que el humo de tabaco retrasa significativamente el desarrollo pulmonar.
Si la mujer embarazada fuma, o se expone al humo de tabaco ajeno, el bebé que está gestando puede experimentar una disminución del crecimiento de los pulmones y de la función pulmonar.
El tabaco también exacerba el asma. Los niños pequeños expuestos al humo de tabaco corren riesgo de agravamiento del asma, neumonía, bronquitis e infecciones de las vías respiratorias inferiores, lo que en la edad adulta puede ser causa de EPOC.
Las personas con tuberculosis agravan su cuadro a causa del tabaquismo y la enfermedad puede evolucionar sustancialmente, aumentando el riesgo de discapacidad y muerte por insuficiencia respiratoria.
Afecciones cardiovasculares
A nivel mundial, el consumo de tabaco es causa de alrededor del 12% de las muertes por enfermedad cardiovascular. En la Argentina, se calcula que por año mueren 14.000 personas por patologías relacionadas con el consumo de tabaco.
El daño al organismo comienza a producirse desde el primer cigarrillo y aumenta en función de los años y el número de cigarrillos fumados.
Existe evidencia de que fumar un cigarrillo al día incrementa el riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM) en un 50% y de accidente cerebrovascular (ACV) en un 30%, sin diferencias entre los sexos.
Los no fumadores, pero que se exponen al humo ambiental de tabaco, tienen también mayor riesgo de enfermedad coronaria y de ACV que los no expuestos. Incluso, la exposición al humo de tabaco durante la vida intrauterina y la infancia se asocia significativamente con un mayor riesgo cardiovascular en la adultez.
Beneficios de dejar de fumar
- A los 20 minutos, disminuye el ritmo cardiaco y baja la tensión arterial.
- Dentro de las 12 horas siguientes, el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye hasta valores normales.
- Después de 2 a 12 semanas, mejora la circulación sanguínea y aumenta la función pulmonar.
- En 1 a 9 meses, disminuye la tos y la dificultad para respirar.
- En 1 año, el riesgo de cardiopatía coronaria es un 50% inferior al de un fumador.
- En 5 años, el riesgo de accidente cerebrovascular corresponde al de un no fumador.
- En 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye hasta ser el 50% del de un fumador, y disminuye también el riesgo de cáncer de boca, de garganta, de esófago, de vejiga y de páncreas.
- En 15 años, el riesgo de cardiopatía coronaria es el de un no fumador.
Además, dejar de fumar disminuye la probabilidad de sufrir impotencia sexual, de tener dificultades para tener un embarazo, tener partos prematuros, hijos con bajo peso al nacer, o abortos.
Tabaco y COVID-19
La COVID-19 es una enfermedad infecciosa, que afecta el aparato respiratorio. El tabaquismo deteriora la función pulmonar, lo que dificulta que el organismo reaccione en defensa de esta y otras patologías.
Los datos de investigación disponibles indican que los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves y de fallecer a causa de COVID-19.
La infección respiratoria por coronavirus hace que los pulmones se inflamen, lo que dificulta la absorción de oxígeno, disminuyendo su capacidad en aproximadamente un 50%.
Una persona sana puede usar oxígeno suplementario y superar la enfermedad, pero si la capacidad pulmonar está disminuida, es más difícil.
Estrategias de la industria
La industria del tabaco utiliza tácticas de mercado para captar nuevos fumadores, especialmente en la población joven, donde ve la posibilidad de nuevos clientes.
Se promocionan productos saborizados, que encubren el sabor desagradable que provoca el tabaco en quienes fuman por primera vez Se asocia el tabaco a eventos de interés de los jóvenes
Se recurre a la promoción a través de figuras que ejercen influencia en las redes sociales.
Ante esta realidad, el mensaje de la OMS es que “fumar juega en contra de nuestra salud, ya que afecta la capacidad física, provoca mal aliento, opaca la piel, genera arrugas prematuras y reseca el cabello”.
Además, hace hincapié en que “lo que comienza como un juego, o una experiencia, puede transformarse en una adicción”. Este problema generalmente comienza en la adolescencia y trae graves consecuencias a la salud pulmonar y cardíaca, entre otras afecciones crónicas.
Los cigarrillos electrónicos no son una opción para dejar de fumar tabaco, ya que dañan los pulmones, producen irritación de las vías respiratorias y deprimen el sistema inmunitario.