El abuso infantil es una realidad que no se debe ocultar. Se estima que aproximadamente una cuarta parte de los adultos sufrió maltratos físicos en la infancia, de ellos 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres fueron víctimas del abuso sexual. Este problema puede pasar desapercibido ya que, debido a la vergüenza o la manipulación los niños no lo revelan, pero puede dejar profundas huellas en el desarrollo psicológico de las víctimas, tanto a corto como a largo plazo.
Por eso, es importante que los padres se mantengan atentos a los signos que desvelan que su hijo puede estar sufriendo abuso sexual. También es fundamental que eduquen a los niños desde una edad temprana para detectar este tipo de situaciones y prevenirlas. Obviamente, no se trata de una tarea sencilla, pero existen algunas pautas que pueden ayudarte a preparar a tu hijo.
Pautas para preparar a tu hijo a detectar y detener el abuso infantil
1 Conversa abiertamente con tu hijo/a sobre su cuerpo. Enséñale el nombre de cada una de sus partes y delimita cuáles son sus zonas íntimas, a las que solo él/ella puede tener acceso. Si te resulta difícil, siempre puedes recurrir a los vídeos online y libros infantiles en los que les enseñan a los niños las partes del cuerpo con un lenguaje muy sencillo.
2 Enséñale que su cuerpo le pertenece y hazle saber que nadie puede tocarlo sin su autorización. Es importante que sepa que si se siente incómodo/a porque alguien invade su espacio tiene derecho a decir “no”. En este caso, también puedes apoyarte en historias infantiles que versen sobre el abuso sexual infantil. 3 Háblale sobre su derecho a rechazar un acercamiento, una caricia o un beso con el que se sienta incómodo/a, aunque provenga de una persona cercana. Debe aprender desde temprano que tiene el derecho a rechazar las muestras de afecto que no le gusten.
4 Nunca le obligues a besar, abrazar o sentarse junto a alguien si no quiere. De esta manera, también le enseñas que puede negarse a expresar su afecto hacia otra persona si no quiere hacerlo.
5 Ayúdale a distinguir las formas de tocar “buenas” y “malas”. Es importante que aprenda que un abrazo o un beso de una persona conocida en público es una muestra de afecto “positiva”, pero en cambio, esas mismas muestras afectivas en privado u otro tipo de insinuaciones más íntimas pueden ser inapropiadas.
6 Explícale la diferencia entre los distintos tipos de secretos: los secretos que se guardan entre amigos y los secretos incómodos que sería mejor no guardar. A edades tempranas, lo mejor es enseñarles que no deben tener secretos con sus padres.
7 Aclárale que ningún adulto, sobre todo si es un desconocido, debe pedirle ayuda para hacer algo sin el permiso de los padres. Hazle saber que lo más común es que los adultos le pidan ayuda a otros adultos, por lo que si alguien le pide hacer algo que no quiere, puede negarse a hacerlo.
8 Establece quienes son las personas en las que puede confiar. Es muy importante que el/la niño/a conozca a quienes puede recurrir si se encuentra ante una dificultad o tiene un problema.
9 Infórmale sobre el abuso sexual. Cuando tu hijo/a sea más grande, puedes hablarle sobre este tema, sin asustarle ni recurrir a muchos detalles. No obstante, mantenerle ajeno/a a estas cuestiones puede hacer que sea más vulnerable y no sepa identificar las primeras señales de un acercamiento inadecuado.
10 Escúchale siempre e incítale a hablar contigo. De esta manera, estarás fomentando la confianza, lo cual le ayudará a contarte secretos que considera “íntimos” y a pedirte ayuda si piensa que está en una situación de riesgo.