La propagación del nuevo coronavirus tiene nerviosos a los viajeros de todo el mundo. Aún se desconoce mucho sobre el brote, y los funcionarios de salud piden precaución. Qué lugares evitar, cómo comportarse y qué hacer para prevenir el contagio.
Ciudades aisladas, vuelos y transporte público suspendido, viajeros en cuarentena y barbijos que se venden a un ritmo sin precedentes. A medida que el nuevo coronavirus se propaga desde China, las pautas de viaje emitidas por los gobiernos de todo el mundo expresan notas de creciente precaución. Pero contienen diferencias sutiles sobre qué lugares evitar, cómo comportarse y qué hacer para prevenir el contagio.
Con pocas excepciones, el consejo predominante de las autoridades nacionales es evitar la provincia de Hubei, epicentro de un brote que ahora ha infectado a 81.397 personas en todo el mundo, y reducir al mínimo los viajes a China. Una vez dentro de China, su gobierno insta a los viajeros suizos, por ejemplo, a evitar grandes reuniones y “toser o estornudar en un pañuelo de papel, o usar el hueco de su brazo”. Francia les dice a sus ciudadanos que no coman carne cruda ni visiten los mercados de animales. Y el Ministerio de Asuntos Exteriores español también insta contra el contacto con animales en China y sugiere asegurarse de que se mantenga al menos a un metro de la próxima persona.
“Si es eficaz o no la medida de restringir los viajes es el gran desafío. No podemos decir que no se deba viajar en avión. No hay elementos hoy para decir que nadie viaje. Por su puesto, si alguien me dice que tiene pensado ir a China yo le digo que no, si tiene pensado ir al norte de Italia hoy también le digo que no. Pero por el momento no hay otra limitación”, explicó en diálogo con Infobae el médico infectólogo Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología.
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¿Debería posponer o cancelar un viaje debido al coronavirus?
La propagación del nuevo coronavirus tiene nerviosos a los viajeros de todo el mundo. Aún se desconoce mucho sobre el brote, y los funcionarios de salud piden precaución. Qué lugares evitar, cómo comportarse y qué hacer para prevenir el contagio
A medida que el nuevo coronavirus se propaga desde China, las pautas de viaje emitidas por los gobiernos de todo el mundo expresan notas de creciente precaución (REUTERS)
A medida que el nuevo coronavirus se propaga desde China, las pautas de viaje emitidas por los gobiernos de todo el mundo expresan notas de creciente precaución (REUTERS)
Ciudades aisladas, vuelos y transporte público suspendido, viajeros en cuarentena y barbijos que se venden a un ritmo sin precedentes. A medida que el nuevo coronavirus se propaga desde China, las pautas de viaje emitidas por los gobiernos de todo el mundo expresan notas de creciente precaución. Pero contienen diferencias sutiles sobre qué lugares evitar, cómo comportarse y qué hacer para prevenir el contagio.
Con pocas excepciones, el consejo predominante de las autoridades nacionales es evitar la provincia de Hubei, epicentro de un brote que ahora ha infectado a 81.397 personas en todo el mundo, y reducir al mínimo los viajes a China. Una vez dentro de China, su gobierno insta a los viajeros suizos, por ejemplo, a evitar grandes reuniones y “toser o estornudar en un pañuelo de papel, o usar el hueco de su brazo”. Francia les dice a sus ciudadanos que no coman carne cruda ni visiten los mercados de animales. Y el Ministerio de Asuntos Exteriores español también insta contra el contacto con animales en China y sugiere asegurarse de que se mantenga al menos a un metro de la próxima persona.
“Si es eficaz o no la medida de restringir los viajes es el gran desafío. No podemos decir que no se deba viajar en avión. No hay elementos hoy para decir que nadie viaje. Por su puesto, si alguien me dice que tiene pensado ir a China yo le digo que no, si tiene pensado ir al norte de Italia hoy también le digo que no. Pero por el momento no hay otra limitación”, explicó en diálogo con Infobae el médico infectólogo Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología.
El impacto del coronavirus COVID-19 en el turismo mundial es indudable y las previsiones de las autoridades se basan en experiencias anteriores con crisis similares como la del SARS o el H1N (REUTERS)
El impacto del coronavirus COVID-19 en el turismo mundial es indudable y las previsiones de las autoridades se basan en experiencias anteriores con crisis similares como la del SARS o el H1N (REUTERS)
Durante el fin de la semana pasada, Italia se convirtió en el líder europeo en casos de la enfermedad. Su recuento aumentó bruscamente de 11 a 124, ya que aparecieron varios grupos de infecciones sin conexión con el sitio de origen del virus en China. La liga de fútbol de la nación suspendió los partidos, y los funcionarios sellaron las ciudades para evitar la transmisión local adicional, reflejando la decisión de China de bloquear la provincia de Hubei. La transmisión local también parece estar ocurriendo en otros 13 países, incluidos Corea del Sur e Irán.
“El repentino aumento de casos en Italia, la República Islámica de Irán y la República de Corea son profundamente preocupantes”, dijo el lunes Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, en una conferencia de prensa.
En Corea del Sur, el recuento de casos se ha intensificado en los últimos cinco días, pasando de 104 a casi mil. Casi la mitad de los nuevos casos están vinculados a una iglesia en Daegu, la cuarta ciudad más grande de la república, y una congregación de 61 años conocida como “Paciente 31”. Pero la fuente original de su infección sigue siendo esquiva.
Mientras tanto, el lunes, el número de muertos en Irán aumentó a 12, un desarrollo sorprendente dado que el país solo reportó sus primeros casos el jueves pasado. COVID-19 mata al 2 por ciento de los afectados, lo que significa que muchos más casos no reportados podrían estar circulando en Irán. Eso también se evidencia por nuevos brotes en Kuwait, Bahrein, Irak y Omán, todos los cuales están vinculados a Irán. Aunque no llegó a declarar una pandemia el lunes, la OMS asegura que el brote tiene el potencial de convertirse en uno, y que ahora es el momento para que los países se preparen.
El 30 de enero de 2020, el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom, declaró el brote de Covid-19 como emergencia para la salud pública de importancia internacional y promulgó un conjunto de recomendaciones temporales. El organismo no recomendó ninguna restricción a los viajes o al comercio, basándose en la información disponible en el momento.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, recomendaron que los viajeros eviten todos los viajes no esenciales a los siguientes destinos: China y Corea del Sur. “Estos destinos están experimentando una transmisión comunitaria sostenida de enfermedades respiratorias causadas por el nuevo coronavirus (COVID-19). El virus puede propagarse de persona a persona. Los adultos mayores y aquellos con afecciones médicas crónicas deben considerar posponer los viajes no esenciales”, explicaron.
Por su parte, al respecto, el ministro de la cartera de Salud argentina Ginés González García aclaró que “no se prohíbe”, pero la recomendación es, de momento, evitar viajar a China, sino es “necesario e imperativo”. Por último precisó que hay un protocolo de salud que se está llevando a cabo en los aeropuertos y el hospital de Ezeiza, por su cercanía con el aeropuerto está preparado, llegado al caso, “para atender si se diera algún caso, situación que de momento no se dio”.
“Estamos preparados para el ingreso (del coronavirus), pero que no creo que vaya a ser una pandemia en la Argentina", analizó el funcionario nacional en diálogo con Mauro Viale por la señal A24.
Sin embargo, el impacto del coronavirus COVID-19 en el turismo mundial es indudable y las previsiones de las autoridades se basan en experiencias anteriores con crisis similares como la del SARS o el H1N1. También toman como referencia las pérdidas derivadas de los turistas chinos que están dejando de viajar en estas semanas. Las aerolíneas de todo el mundo han cancelado vuelos en medio del brote y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estima que la pérdida total de ingresos globales para las aerolíneas podría ser de $29.3 mil millones debido al coronavirus.
La Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo recomienda que todo pasajero que tenga un viaje programado a cualquiera de los destinos afectados por coronavirus deberá contactarse con su agente de viajes y consultar las políticas tanto de cancelación como de reprogramación de viajes que, en cada caso, - dependiendo de la aerolínea, el hotel o paquete del que se trate-, serán distintas.
Por ejemplo, para los viajeros a Italia, el país más afectado por el virus en Europa, el gobierno holandés recomienda que sus ciudadanos eviten áreas ya bloqueadas por las autoridades locales y solo viajen a partes de la región más amplia de Lombardía alrededor de las ciudades cerradas si es necesario. El consejo del Ministerio de Asuntos Exteriores finlandés sobre Italia es simplemente “tener especial cuidado”.
La FAEVYT afirma que las cancelaciones vinculadas a coronavirus de Argentina hacia el mundo se están dando en Asia y – a raíz de las últimas noticias y la suspensión del carnaval de Venecia – también en Italia.“En este sentido, la situación y preocupación actual por coronavirus, es un gran ejemplo de por qué insistimos con la importancia de contratar los viajes a través de una agencia de viajes y turismo habilitada”, aseguraron.
"Es probable que el mercado turístico sea uno de los más afectados por el brote, que está cambiando el comportamiento y los planes de los consumidores. Existe un riesgo real de viajar a lugares con muchos casos confirmados y también existe el temor de realizar cualquier viaje en avión, incluso si no representan un riesgo inminente”, señaló Eduardo Martins, director nacional del buscador de vuelos Viajala.
Para el ejecutivo, es importante que el viajero se sienta cómodo con la decisión que toma, ya sea mantener o cancelar los planes. “Los viajes generalmente apuntan al placer, el descanso y la relajación. Si el turista tiene miedo y va a viajar tenso, nervioso, pensando que se puede contagiar en cualquier momento, sería mejor posponer los planes para no perder su tiempo y dinero”.
Las políticas de las aerolíneas generalmente no permiten cambios y cancelaciones gratuitas en los pasajes emitidos con las tarifas más baratas, y varios hoteles tampoco ofrecen la opción. Sin embargo, en situaciones de crisis especiales como esta, es común que las compañías sean más flexibles, especialmente para los pasajes comprados hasta finales de enero o principios de febrero, cuando el brote comenzó a tomar las proporciones actuales.
“Lo mejor es ponerse en contacto con la aerolínea lo antes posible y estar atento a sus redes sociales, ya que estas pautas se actualizan constantemente, a medida que avanza la enfermedad, tanto las condiciones permitidas para los cambios como los países de destino pueden modificarse en cualquier momento”, concluyó Martins.
Desde el sector turístico la Organización Mundial del Turismo (OMT) en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) informaron a través de una declaración conjunta que están trabajando para “ayudar a los Estados a garantizar que las medidas sanitarias se implementen de manera que se minimice cualquier interferencia innecesaria con el tráfico y el comercio internacional”.
Se destaca también que “la respuesta del turismo debe ser medida, coherente y proporcionada a la amenaza para la salud pública, y debe basarse en una evaluación del riesgo local, teniendo en cuenta cada eslabón de la cadena de valor del turismo –las entidades públicas, las compañías privadas y los turistas–, en sintonía con las orientaciones y recomendaciones generales de la OMS” y que “imponer restricciones a los viajes más allá de eso puede promover una interferencia innecesaria con el tráfico internacional y repercutir negativamente en el sector turístico”.
“Evidencia sobre medidas de viaje que interfieren significativamente con el tráfico internacional durante más de 24 horas muestra que tales medidas pueden tener una justificación de salud pública al comienzo de la fase de contención de un brote, ya que pueden permitir que los países afectados implementen medidas de respuesta sostenidas, y países no afectados para ganar tiempo para iniciar e implementar medidas efectivas de preparación. Sin embargo, las restricciones deben ser de corta duración, proporcionales a los riesgos para la salud pública y ser reconsiderado regularmente a medida que la situación evoluciona”, indicaron sobre las consideraciones clave para la repatriación y cuarentena de viajeros en un comunicado expertos de la OMS.
Los viajeros que no pueden retrasar su viaje a China deben tomar mejores precauciones al evitar el contacto con personas enfermas, animales y mercados de animales y lavarse las manos con frecuencia y de manera exhaustiva, según los CDC.
Desde la agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos recomiendan lavarse las manos a menudo con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Se puede usar un desinfectante para manos a base de alcohol con al menos 60% de alcohol cuando no hay agua y jabón disponibles.
“Los viajeros que han visitado China en las últimas dos semanas y que se sienten enfermos con fiebre, tienen tos o dificultad para respirar deben buscar tratamiento de inmediato y llamar con anticipación para informar a los proveedores médicos sobre los viajes recientes a China y sus síntomas”, explicaron.
Los CDC también recomiendan a los viajeros potencialmente infectados que eviten el contacto con otras personas, que no viajen enfermos y que se aseguren de cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel o la manga (no las manos) al toser o estornudar. Algunas de las precauciones anteriores se aplican a todos los viajeros, particularmente durante la temporada de enfermedades respiratorias de invierno.
Mientras tanto, los métodos para detectar la enfermedad entre las personas en movimiento no son infalibles. Tomemos, por ejemplo, las pistolas de temperatura que ves apuntadas a las frentes de las personas en la aduana del aeropuerto y en los puestos de control fronterizo. En promedio, esos dispositivos son solo un 70% efectivos para detectar fiebres, lo que significa que aproximadamente una de cada cuatro personas con temperatura corporal elevada pasa desapercibida.
“La detección de viajeros no es un tipo de 'muro’ que protegerá absolutamente la importación de casos en cualquier área que esté tratando de defender”, dice Jamie Lloyd-Smith, ecólogo de enfermedades infecciosas en UCLA.
Él y otros especialistas están evaluando los puntos fuertes y débiles en la detección de viajes en lo que respecta al brote de COVID-19. Su último trabajo está inspirado en un estudio que publicaron en 2015, que construyó un modelo que estimaba sistemáticamente el rendimiento de los programas de detección de viajeros durante los brotes de SARS, MERS, influenza y Ébola.
Como en este trabajo anterior, el nuevo modelo para COVID-19 incluye factores básicos como la tasa de falla de las pistolas de termómetro o la facilidad con que el virus se mueve entre las personas. Pero también explica variables más sutiles, como cuántas personas pueden transmitir el virus antes de que aparezcan sus síntomas o con qué frecuencia las personas informan sus síntomas con precisión en los cuestionarios de detección distribuidos en la aduana del aeropuerto.
“Es bastante evidente por brotes pasados que la gente no siempre es honesta sobre las exposiciones riesgosas”, sostiene. “Según los datos anteriores, solo uno de cada cuatro pasajeros informa con precisión y honestidad sobre las exposiciones riesgosas que tienen”.
Calcule todas estas variables, y su modelo estima que la detección mejorada captura, en el mejor de los casos, el 50% de los viajeros aéreos infectados y, en el peor, solo el 20%, principalmente porque los síntomas de COVID-19 están muy latentes.
Ya está funcionando desde el Ministerio de Salud de la Nación un protocolo de recomendaciones en aeropuertos, puertos y pasos fronterizos, capacitando al personal que pudiera tener contacto con un posible caso para su detección temprana y brindando información a los pasajeros sobre las principales medidas de prevención para todos aquellos que viajan a zonas con coronavirus, incluyendo algo tan sencillo como importante como es la utilización de barbijos y la atención a los síntomas del virus. El teléfono disponible para consultas es el 0800.222.1002.