El teléfono celular es uno de los mayores inventos de la historia de la humanidad, siendo empleando en múltiples tareas diarias e incluso para entretener a los niños.
Debido a este peculiar uso el celular ha recibido el jocoso nombre de “niñera inteligente” o “el chupón digital” gracias a que los padres emplean este dispositivo para distraer a sus hijos.
Ya sea para calmarlos durante un berrinche o para hacer que los niños se queden quietos y permitan a sus padres trabajar en casa o descansar. El celular lentamente se ha convertido en la herramienta preferida para distraer y entretener a los más pequeños de la casa.
Su “efectivo” uso como distractor ha llevado a que muchos padres alrededor del mundo, recurran al celular para tranquilizar, negociar y someter a sus hijos. Sin embargo, esta “inocente” actividad es un riesgo para los más pequeños, hasta el punto de representar una amenaza para su desarrollo afirman los psicólogos.
Aunque muchas personas cuestionen la alarma de los expertos ante esta situación cada vez más común dentro de los hogares. Lo cierto es que la dependencia del celular tiene sus efectos incluso en los más pequeños.
El celular ¿aliado o enemigo de los niños?
Para muchos adultos, el celular es la herramienta perfecta para entretener a los niños, debido a sus múltiples funciones, juegos y aplicaciones. Algunas de estas incluso están destinadas al conocimiento, con actividades recreativas que pueden representar una ayuda al momento de educar y repasar en casa.
Sin embargo, todos los seres humanos requieren de ciertos procesos biológicos naturales para lograr un sano desarrollo desde la infancia hasta la adultez. Este proceso incluye la interacción y relación entre los padres y sus hijos, un vínculo que se ve afectado por la presencia del celular en la vida de las personas.
Y es que actividades normales del día a día como hablar, jugar, discutir, comer y enseñar son interacciones que todos los niños necesitan realizar con sus padres. Estas le ayudan a desarrollarse como individuo y a fortalecer los lazos con los miembros de su familia, una actividad que no puede ser reemplazada por los aparatos electrónicos.
Además, al utilizar al celular como distracción ante los berrinches de tus hijos, afectas su desarrollo de la paciencia y su manejo de la frustración.
Debido a que al eliminar aquello que le aqueja o desafía (en este caso la razón del berrinche), evitas que el niño aumente su nivel de paciencia y tolerancia. Mientras que en el caso de la frustración, es un sentimiento que toda persona debe experimentar en su vida, para fortalecer su determinación sobre aquello que realmente desea hacer.
Para evitar este efecto negativo, debes recordar que lo más importante es el vínculo entre un hijo con sus padres. Los dispositivos electrónicos son un método de entretenimiento y solo eso, no pueden convertirse en el reemplazo de los padres o maestros en la vida de los más pequeños, sin que existan consecuencias por ello.