El blue sube por primera vez en dos semanas luego del anuncio de las nuevas medidas "anticoleros", que incluyen el bloqueo de los CUIT de los beneficiarios del IFE para comprar dólares. El billete paralelo permanecía estable desde el 3 de julio pasado en $127, y hoy se vendía entre los $128 y los $130.
Consultados por este diario, algunos operadores del tipo de cambio paralelo aseguraban que hoy se dio un "salto" en la cotización sin demasiada explicación por parte de los jugadores que integran ese mercado.
Aun así, la cotización del blue dista de su pico histórico en plena pandemia, cuando llegó a venderse a $138 a mediados de mayo. Por ese entonces, la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo estaba cercana al 90%. En este momento, se encuentra en torno al 30%.
A pesar de la cuarentena total, los "arbolitos" y las cuevas, los jugadores del dólar blue, siguieron operando. Algunos pocos lo hacían en la calle, como podían, y otros en formato delivery a través de taxis o motos "amigas".
Mientras tanto, el Banco Central y la Unidad de Información Financiera siguen tratando de cercar las operaciones ilegales con el dólar. Los bancos venían advirtiendo a sus clientes sobre "transferencias inusuales" en las cuentas en la que se sospechaba que había operaciones de "coleros", de personas que utilizan su cupo de US$200 en nombre de otro, a veces a cambio de una comisión.
Ayer, el Banco Central anunció que bloqueará el acceso de los beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) al mercado de cambios. La decisión la aprobará el directorio de la entidad monetaria en su habitual reunión de los jueves, como parte de los controles para evitar maniobras dolosas, mediante el bloqueo del CUIT de quienes reciben la asignación para la compra de dólares.
Se trata de la misma restricción que hoy tienen quienes reciben los créditos a tasa cero, por ejemplo. La decisión se toma sobre la base de que el IFE es considerado "de carácter alimentario".
Con el crecimiento de a centenares de miles de las cuentas digitales (que, en muchos casos, se abrieron para cobrar prestaciones sociales en plena pandemia), los bancos comenzaron a detectar algunas con movimientos inusuales. Los "coleros digitales" pueden estar organizados -hay hasta cuentas de Instagram que los reclutan a cambio de una comisión- o pueden ser simplemente parte de operaciones entre familiares o amigos en modalidad de favor.