El deterioro de las exportaciones se debió a una caída fuerte de las cantidades vendidas de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario que no pudo ser compensada con aumentos de precios.
La balanza comercial fue negativa por 126 millones de dólares en abril, según informó Indec el jueves. El resultado contrasta con un saldo promedio de 1400 millones de dólares a favor en igual mes en los cuatro años previos. Se profundizó la caída de las exportaciones de la mano del desplome de las ventas de maíz, trigo y derivados de la soja, en su conjunto las exportaciones retrocedieron 29,3 por ciento respecto de los registros de abril de 2022 y sumaron 5891 millones de dólares. También se acentuó la merma de las importaciones, con una caída del 12,6 por ciento interanual cerraron en 6017 millones.
El deterioro de las exportaciones se debió a una caída fuerte de las cantidades vendidas de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario que no pudo ser compensada con aumentos de precios, así en valores las primeras retrocedieron 55,6 por ciento y las segundas 20,8. Se destacaron las pérdidas generadas por menores despachos de trigo, maíz, aceite y harina de soja, pero también bajaron las ventas de cebada, biodiésel y oro para uso no monetario. En abril de 2023 los precios de exportación en su conjunto retrocedieron 8,6 en términos interanuales mientras que en igual mes de 2022 crecían 24 por ciento. Las cantidades exportadas de manufacturas de origen industrial y combustibles y lubricantes aumentaron levemente, 3,0 y 4,5 por ciento, respectivamente, versus abril de 2022, pero medidas en valores cayeron (4,5 y 15,6 por ciento) debido a un efecto precio negativo.
El principal destino de las exportaciones fue Brasil que representó el 17,6 por ciento de las ventas totales, seguido por Estados Unidos con un 8,5 por ciento, Chile con 7,3 y China con 7,0 por ciento. Perú e India con 4,4 y 4,1 del total exportado completan la lista de países que dieron cuenta de la mitad de las ventas externas.
Por el lado de las importaciones se profundizó la caída que vienen registrando desde noviembre de 2022. Dicha tendencia se explicó primeramente por menores compras de combustibles y lubricantes cuyo monto retrocedió 39,8 por ciento respecto de abril de 2022. En segundo lugar sobresale la caída en bienes de capital y bienes intermedios ambos en buena medida administrados por la política de control de importaciones: las primeras cayeron 22,4 en el mes y las segundas 7,4 por ciento en términos interanuales. Las compras de bienes finales de consumo y vehículos hicieron un menor aporte a la merma de las importaciones totales, entre las primeras el retroceso fue del 7,7 por ciento respecto de abril de 2022 y las últimas disminuyeron un 28,4 por ciento interanual. Por el contrario registraron una variación positiva (por cuarto mes consecutivo) las importaciones de piezas y accesorios (mayormente autopartes) que subieron 3,3 por ciento interanual.
Las importaciones argentinas provinieron en un 24 por ciento de Brasil, y en 17,8 por ciento de China, seguidas por un 10,8 por ciento explicado por Estados Unidos, 6,7 Paraguay, 4,1 Alemania y 2,5 Tailandia. Los primeros tres países dieron cuenta de la mitad. Las importaciones están más concentradas por origen que las exportaciones.
Asimismo, en concepto de flete por importaciones se pagó 86,3 dólares por tonelada adquirida. Este precio viene en baja desde noviembre de 2022, luego de haber aumentado con fuerza en tiempos de pandemia. Por ejemplo en abril del año pasado se ubicaba en 113,8 dólares, pero en igual mes de 2021 era 79,5 dólares.