La divisa paralela se acerca a los $500. En el sector privado suben los precios como mecanismo de cobertura y los especialistas creen que esa presión se reflejará en el IPC de los próximos meses.
La disparada del dólar blue hasta los $495 de este martes no solo encendió las alarmas en el Ministerio de Economía. Las empresas tomaron nota y dan por hecho que el resultado de esa dinámica se traducirá en más remarcaciones sobre los precios de distintos productos. De hecho, en lo que va de abril los aumentos ya se aceleraron y presionan sobre una inflación que los economistas observan por encima del 7% mensual.
Los empresarios miran con atención la situación de las reservas que tiene el BCRA, que no logran apuntalarse por el impacto de la sequía y que dejará US$21.000 millones menos en exportaciones, por lo que descuentan un nuevo endurecimiento en el acceso a divisas para pagar importaciones. La semana pasada, por caso, se aplazaron los giros para los servicios prestados desde el exterior.
El problema es que muchas fábricas no pueden frenar su producción y los dólares que no consigan al tipo de cambio oficial de $220 deberán hacerlo en los paralelos. Ahí es donde cobra relevancia la brecha cambiaria, que supera el 120% si se compara con la cotización del blue y con los financieros (MEP y CCL) está arriba del 110%.
Un dirigente de una importante cámara empresaria, que prefirió no revelar su identidad en medio de la inestabilidad cambiaria, graficó el problema ante la consulta “No hay nada nuevo, cuando se empiezan a quedar sin dólares endurecen el cepo para importar. Entonces no sabés qué costo vas a tener para reponer los insumos para producir, más si todo el tiempo se agita el fantasma de la devaluación. Es esperable que haya remarcaciones de precios en los próximos días, incluso sé de colegas que ya lo están haciendo”, precisó.
En las firmas más pequeñas también hay preocupación por las consecuencias del salto en los dólares paralelos. “Para nosotros es más difícil todavía, porque no todas las empresas cuentan con la posibilidad de usar el dólar CCL o blue. Nosotros subimos los precios, pero si cobrás cualquier cosa no se lo vendés a nadie y termina siendo peor”, comentó el referente de una pyme que también prefirió el anonimato.
Preocupación por la inflación de los próximos meses
En ese marco, los aumentos en supermercados aceleraron fuerte en las últimas semanas del mes y marcaron récords en lo que va de 2023. Ese proceso se reflejó, por ejemplo, en el último relevamiento que realizó el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz (CESO).
“La inflación de las últimas cuatro semanas fue de 5,8%. La variación en supermercados se viene mostrando por debajo de la relevada por el INDEC los últimos meses. Aun así, esta semana se registró la variación mensual más alta desde noviembre”, comentó CESO.
Al respecto, la medición sobre el precio de los alimentos en supermercados de LCG arrojó: “En lo que va del mes acumula un incremento total del 7,6%, valores que no se alcanzaron nunca corridas tres semanas. La inflación promedio mensual volvió a acelerarse, ubicándose en el 6,8% (9,4% punta contra punta)”, señaló la consultora.
En el equipo económico del Gobierno reconocen que no es gratis que las empresas vayan a los dólares paralelos en términos de estabilidad cambiaria, algo que también disparó la corrida. Fuentes oficiales lo describen como una especie de círculo vicioso en el que aumentan las expectativas de devaluación, crece más la demanda de dólares en esos mercados y se aceleran los aumentos de precios como mecanismo de cobertura.
Probablemente, esa es una de las claves que llevó al ministro de Economía, Sergio Massa, a intervenir este martes con parte de las pocas reservas que tiene el BCRA. Esa maniobra se realizó a costa de ir en contra del pedido expreso que plasmó el FMI en su última revisión.