Kulfas y el Consorcio ABC mantuvieron una reunión esta tarde y se convino habilitar las ventas externas por una cantidad equivalente a.l 50% del 2020. Algunos cortes, para el asado y para elaborar milanesa, seguirán restringidos, para que abastezcan el mercado interno.
El Gobierno y los frigoríficos exportadores acordaron que se levantará la mitad del cepo a la carne: se podrá vender a cualquier país, pero sólo la mitad de lo que se vendió el año pasado, al menos durante junio y julio. La expectativa es flexibilizar aún más las restricciones a partir de agosto.
El entendimiento se logró esta tarde en una reunión que mantuvieron el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y representantes del consorcio ABC. El punto de consenso deja a las dos partes disconformes pero desde ambos lados se considera un escenario mejor al actual. Para los ruralistas y la industria frigorífica “es mejor que nada”. Y desde el Gobierno ponderan que destraban un conflicto que había escalado con riesgos políticos en un año electoral.
Kulfas había anticipado que “esta semana se anunciará el plan ganadero para asegurar que haya carne en la mesa de los argentinos, sin descuidar al sector exportador” y dio a entender que se levantarían las restricciones que rigen desde el 20 de mayo, y cuyo plazo de 30 días vence el domingo, según lo previsto en la resolución 75/21.
El presidente Alberto Fernández encomendó a Kulfas la resolución del conflicto con la cadena de ganados y carnes, en el marco de un fuerte malestar del sector agropecuario, que realizó un cese de comercialización de hacienda durante 14 días. La tensión aflojó en los últimos días, pero dirigentes de la mesa de enlace advirtieron que, si no se levanta el cepo, las protestas se agudizarían e incluirían a otros sectores, como los granos, principal fuente de las exportaciones argentinas.
Tal como adelantó TN.com.ar, las negociaciones con los frigoríficos y cámaras de comercio tuvieron como eje la preocupación por el precio al mostrador de la carne, que en el último anual se encareció 76% y que en mayo aumentó 6,1% mensual aun con el cepo exportador. En ese sentido, el objetivo oficial es que haya mayor cantidad a valores rebajados.
Desde enero se implementó un programa que primero contempló 6000 toneladas de 8 cortes y luego se aumentó a 11 cortes por 8.000 toneladas, que se ofrecían en determinados días en una red de 1500 comercios en diversas zonas del país. Ese plan quedó truncó en mayo porque se “financiaba” con las exportaciones. De hecho, para que el Gobierno no cerrara las ventas externas en el verano, la industria frigorífica acordó destinar esa cantidad de carne al mercado interno, “subsidiada indirectamente” con los ingresos de las ventas externas.
Ahora se busca reabrir el canal exportador, pero el Gobierno exige como prioridad una mayor cantidad de carne a precios populares en el mercado interno. Aspiran a incrementar los volúmenes un 50%, es decir a 12 millones de toneladas mensuales.
El ministro afirmó que en las negociaciones con el sector de la carne, el objetivo fue “garantizar que la mesa de los argentinos esté abastecida y que el negocio exportador pueda continuar”.
Los frigoríficos exportadores, agrupados en el consorcio ABC, presentaron una nueva propuesta el último viernes, con el eje de acercar una mayor cantidad de cortes al mercado interno. “Estamos buscando que haya más bocas donde la gente encuentre”, indicó Mario Ravettino, presidente de ABC.
El directivo cárnico también reflejó que el Gobierno pidió la suspensión temporaria de algunos cortes para exportación”. En un sentido similar a lo implementado días atrás con el programa Súper Cerca, se congelará hasta fin de año el precio de cinco cortes: asado, vacío, matambre, cuadrada, falda y paleta. Y para asegurarlo, se limitarían las ventas externas de estos cortes.
Kulfas dijo que el Gobierno quiere “un plan ganadero que nos lleve a 5 millones de toneladas anuales de producción de carne, ya que lo de China es una oportunidad pero debemos hacerlo ordenadamente, sin descuidar el mercado interno”
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