La Cámara de Comercio de Salta aceptó que sólo el 14% de los negocios pagó el sueldo completo a los empleados. Incluso grandes franquicias tomaron esta medida. Los gremios se preparan para las disputas.
Hasta la semana pasada aún había cierta esperanza de que el impacto de la cuarentena en la economía salteña no dañara a los trabajadores. Parte de esa esperanza se pudo sostener, en parte, por la misma conferencia de prensa brindada por el Secretario de Trabajo, quien dijo haber recibido “aisladas denuncias” por recortes de haberes debido a la cuarentena. Cinco días después, la Cámara de Comercio de Salta publicó un informe en el que acepta que sólo el 14% de los dueños de negocios pudieron pagar los sueldos completos. El 45% pagó los haberes de marzo de manera parcial; el 41% no pudo pagar nada.
La crisis económica por la cuarentena no sólo afecta a los pequeños comerciantes de Salta. El Sindicato de Trabajadores Pasteleros de la provincia denunciaron que las franquicias locales de Mostaza, Mc Donalds’s y Burguer King percibieron sus haberes, con recortes. El gremio ya intercede por estos trabajadores, ante la Secretaría de Trabajo, a cargo de Alfredo Batule.
También trabajadores y emprendedores gastronómicos y hoteleros esperan una respuesta firme del Gobierno ante la paralización de la actividad y la eventual extensión de la cuarentena por la pandemia del coronavirus. Ellos entienden que serían el sector más golpeado en esta crisis sanitaria, ya que la actividad sería una de las últimas a la que se le levantaría la medida restrictiva dispuesta por la Nación para evitar la propagación del virus.
Desde el gremio la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) advirtieron que “hay muchos empresarios irresponsables que están tomando como excusa la cuarentena, diciendo que, como no se terminó el mes, pagan un porcentaje del sueldo de marzo”. Así lo confirmó Alejandro Mansilla, secretario administrativo de la seccional Salta de la Uthgra.
“A Marzo lo tienen que pagar todo; se trabajo el 70% del mes pero lo tienen que pagar completo, no hay excusas”, remarcó el dirigente gremial. Igualmente estimó que abril será más complejo el pago de salarios. “Con el transcurso del mes veremos cómo lo paliamos”, dedujo, considerando que el 60% del ingreso en este rubro depende del turismo, actividad que está completamente interrumpida.
Entendiendo que esta situación de crisis atraviesa a todas las partes, Masilla dijo que periódicamente se mantienen comunicaciones con las cámaras empresarias del sector para ver la “forma de salir lo menos perjudicados”.
Pero ante la parálisis laboral, esperan una solución concreta del Estado. “Desde el Gobierno hay promesas pero no hay decisiones firmes que puedan trasladar tranquilidad al trabajador y también al empresario”, dijo el dirigente de un gremio que tiene casi 5000 trabajadores gastronómicos y hoteleros registrados en Salta.
También desde la Cámara Hotelera, Gastronómica y Afines de Salta proyectaron un futuro “sombrío” para el sector.
“Los resultados económicos será catastróficos”, dijo el titular de esta cámara, Eduardo Kira. Si bien dijo que la patronal acompaña las medidas preventivas del Gobierno, también deseo que haya un plan concreto para el salvataje de las pymes del sector
“La economía argentina no está para aguantar tantos días paralizada. En nuestro caso, la mayoría de los establecimientos tienen menos de 20 o 25 empleados. Y esto es una cadena, si no trabajamos se cae el trabajo”, analizó.
Según Kira, los empresarios esperan que este mes el Estado les brinde herramientas para solventar la actividad. El Gobierno Nacional ofreció créditos con tasas al 24% anual, pero asegura que aun no tiene conocimiento de que algún empresario de Salta haya podido acceder.
Junto con otras cámaras del sector, insistieron en la implementación de líneas de créditos blandos a tasa cero, en 12 cuotas. En cuanto alquileres, propusieron que la mediación sea entre locatario e inquilino y se llegue a un acuerdo de algunos meses de de gracias.
“Se trata de repartir las pérdidas. Este sector es el más castigado y no se arma de un día para el otro, necesita previsibilidad”, puntualizó Kira.
Desde otro gremio, el secretario pidió no dar declaraciones públicas. Dijo que la situación es terrible, pero que hablar ahora sería “tirar nafta al fuego”. La prioridad, ahora, es salvar vidas. La semana que viene será otra historia: quizá los créditos del gobierno empiecen a fluir y salven a los comercios y pymes, quizá los bancos abran posibilidades que ahora cierran. El conflicto puede esperar.