Argumentan que no tuvieron tiempo de liquidar los salarios de junio según la nueva normativa y los empleados, que esperaban la devolución y aplicación de las nuevas escalas, volvieron a quedar afectados por el impuesto.
La modificación del Impuesto a las Ganancias, que elevó el piso del tributo a $150.000, se aprobó en abril y se reglamentó a mediados de junio. Según estableció la AFIP, tanto el medio aguinaldo del primer semestre como el sueldo que se cobra los primeros días de julio se debían liquidar bajo el nuevo marco normativo. Además, los empleadores tenían que devolver lo retenido entre enero y mayo en cinco pagos porque la reforma es retroactiva al 1° de enero. Sin embargo, algunas de las grandes empresas que pagan entre el último día del mes y el primero del siguiente empezaron a depositar los salarios sin cambios.
Así, la esperada devolución de lo retenido y la aplicación del nuevo piso para el pago del tributo sigue demorándose. Desde el organismo recaudador destacaron a TN.com.ar: “La responsabilidad es de cada empleador. Pero si no lograron hacerlo, deberán hacer una segunda liquidación lo antes posible para garantizar que los beneficios lleguen a sus asalariados. No es algo optativo”. “Es de una gran complejidad la liquidación de las retenciones de Ganancias, especialmente en el caso de los empleados que tienen remuneraciones variables y cuyos sueldos suben o bajan del umbral de los $150.000. Es complicado, hay que liquidar todo mes por mes y muchas empresas no pudieron hacerlo”, explicó Sebastián Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios.
“La mayoría de las compañías no llegaron a actualizar los sistemas, solo algunas pudieron hacerlo. Especialmente el tramo intermedio, que va desde los $150.000 a $173.000, es muy complicado de cargar los datos en el sistema. En nuestro caso, a los sueldos que liquidamos les aplicamos la nueva normativa pero lo tuvimos que hacer a mano, forzando el sistema”, comentó Juan Elías Pérez Bay, socio a cargo de outsourcing, sueldos y precios de transferencia de Grupo GNP.
En la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont no dieron detalles sobre la posibilidad de aplicar alguna penalidad a las empresas que se demoren en poner en marcha los cambios.
Al respecto, Domínguez consideró que la AFIP tendría más chances de hacer algún reclamo al empleador en el caso inverso, es decir, si retuviera menos de lo estipulado. “Si aplica la escala vieja, estará reteniendo más impuesto. Con lo cual, la AFIP no le va a hacer un problema porque no se ve perjudicada”, dijo.
Hace pocos días, la Cámara de Sociedades (que agrupa a grandes compañías) solicitó al organismo que prorrogue por un mes el plazo para liquidar los sueldos con los cambios en Ganancias. Es decir, pidió que las modificaciones se apliquen recién con las remuneraciones correspondientes a julio y que se abonan en los primeros días de agosto.
La entidad empresaria argumentó que el impuesto pasó a ser mensual en lugar de anual, que la norma todavía tiene puntos por aclarar y que los sistemas para liquidar los salarios no se pudieron adecuar.
Por su parte, la Cámara Argentina de Comercio resaltó que la reglamentación se publicó el 15 de junio, cuando muchas empresas ya habían empezado el proceso de liquidación de los sueldos y que, como los cambios fueron significativos, les resulta imposible adecuar los sistemas y realizar la liquidación en los pocos días disponibles. En esa línea, pidieron a la AFIP que brinde tiempo para aplicar las modificaciones a los sueldos y empezar a devolver lo retenido con los haberes de julio.
Según el Gobierno, la reforma del Impuesto a las Ganancias beneficiará a casi 1,3 millón de empleados y jubilados que dejarán de pagar ese impuesto. Aunque la reforma se aprobó en abril, las demoras en la reglamentación -primero del Poder Ejecutivo y luego de la AFIP- dilataron el impacto en los bolsillos.