A pesar del abrumador ajuste, el déficit fiscal total apenas bajó en 2018. Lo que el Estado se “ahorra” con los tarifazos, el corte de la obra pública y la licuación de salarios y jubilaciones lo usa para pagar los intereses de la gigantesca deuda contraída por el macrismo. En 2019, habrá que pagar 596.000 millones de pesos.
“Los intereses que estamos pagando son la deuda que tomó la Argentina a lo largo de muchos años, que inclusive están incrementados en los últimos porque, bajo esta administración, se decidió salir del default”.
Esta fue la explicación del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de la pesada mochila financiera que carga el país consecuencia del exorbitante endeudamiento de los últimos tres años, ya que durante el gobierno anterior se había aplicado una política de desendeudamiento.
En el ejercicio de este año los vencimientos de deuda representarán 596.000 millones de pesos, equivalente a tres puntos del Producto. El funcionario ofreció una conferencia de prensa en Hacienda para informar el cierre del año fiscal 2018, que arrojó un déficit primario de 2,4 puntos del PIB, el cual se dispara a 5,2 puntos si se suma el pago de intereses. Esto se debe a que la cuenta intereses aumentó de 2,1 a 2,8 puntos. Ese déficit había sido de 5,9 por ciento en 2017. El inmenso ajuste en el gasto primario casi se compensó con el aumento en el pago de intereses de la deuda.
El ministro reconoció que la escalada inflacionaria le permitió mostrar un importante recorte en el gasto, de casi 25 puntos por debajo de la inflación, a lo que también colaboró la aplicación de retenciones al campo, la industria y a los servicios.
Según Dujovne el margen de maniobra del Gobierno está acotado a reducir el gasto y mantener el déficit primario, aunque en los últimos tres años el crecimiento de la deuda le impuso una fuerte restricción presupuestaria que obligó a redoblar el ajuste. “Esto es relevante porque los intereses son el resultado de acciones que fueron tomadas en el pasado”, señaló el ex columnista de TN, reiterando el modo crítica a la pesada herencia dentro de un mismo gobierno.
“Y entonces la Argentina tiene que pagar una cuenta más alta que lo que hacía la administración anterior básicamente porque repudiaba parte de su deuda”, desvarió ayer el ministro en la conferencia, acompañado por el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena.
Se vanaglorió del ajuste récord del gasto público, en un escenario en que la inflación fue del 47,6 por ciento. “Hubo algunos gastos extraordinarios y programados, pero hemos logrado este resultado trabajando duramente a lo largo de todo el año.
Si uno mira la mediana de los pronósticos de los analistas siempre se situó por encima del resultado alcanzado. No había consenso que fuese posible”, celebró Dujovne y se esperanzó en un visto bueno del Fondo Monetario. Según anticipó, el mes que viene habrá una nueva revisión, tras la cual decidirá si realiza el desembolso al país de los primeros 10.800 millones de dólares de este año. “Es la mitad de lo que vamos a recibir en 2019”, confirmó.
Ajuste El ministro se ciñó en su presentación a los “logros” del ajuste. “Se ha cumplido con las metas fiscales con las que nos comprometimos con los argentinos y con la sociedad”, dijo, aunque el compromiso fue con el FMI. Reiteró que se evitó “una crisis terminal como la que vimos en Venezuela”. Sin embargo, no dio indicios de cómo se reactivará la economía que ahora está transitando un proceso recesivo.
La pregunta de cuál sería el programa económico fue la primera que se le hizo al ministro. “La Argentina como nunca tiene un plan económico. Nunca fuimos tan claros como en este caso: tiene que integrarse al mundo, converger al equilibrio fiscal, respetar la ley, tener instituciones sólidas, Justicia independiente y promover la eliminación de regulaciones que dificultan el accionar del sector privado. Y nunca nos hemos apartado de ese norte”, fue la respuesta. Luego remató: “Es muy difícil que usted encuentre un programa más claro. Está claro que la economía tiene un plan económico que los argentinos ya conocen”.
Se refirió a la “valentía del Presidente para enfrentar desafíos”. “Se ve a la Argentina como un país que ha decidido integrarse a la comunidad internacional, normalizando su economía, sus relaciones y saliendo de posturas extravagantes. El país hace enormes esfuerzos para tener inflación baja y productividad, con lo cual aumenta el empleo en el sector privado y cae la pobreza. Esto es lo que se percibe la comunidad internacional”, sentenció.
“Lo que hemos hecho en estos primeros tres años es inédito.
Esperemos continuar por esta senda de saneamiento”, agregó. “Nos habían convencido de que no se podía exportar carne vacuna para cuidar el mercado interno, pero ahora la exportación aumentó el 78 por ciento y los precios están más bajos que en 2015”, aseguró.
Inflación
Reconoció que los altos niveles de inflación colaboraron en el objetivo de déficit primario, dado que incrementa los recursos frente a gastos contenidos. En diciembre, los recursos crecieron un 27,4 por ciento en términos interanuales, mientras que el gasto lo hizo un 21,9 por ciento, con lo que acumuló 17 meses consecutivo de ajuste presupuestario. “Evidentemente cuando la inflación es más alta, el crecimiento nominal de la economía es mayor.
Pero ese impacto funciona cuando se logra ser disciplinado en el gasto, y lo hemos sido”, explicó Dujovne, quien luego intentó minimizar el arrastre de precios para este año. Evitó también dar cualquier pronóstico para este año e invitó para ello a ver el Presupuesto 2019. La única previsión es que este año cerraría con un resultado primario equilibrado, pero con un déficit financiero de 3 por ciento, que se explicará por entero en mayores vencimientos de deuda.
También festejó los resultados presupuestarios que obtuvieron las provincias como parte del Pacto Fiscal que firmaron a fines de 2017: “Entre enero y septiembre de 2018, último dato con que contamos, todas las provincias que adhieren al pacto fiscal (San Luis no firmó) están en superávit primario, con excepción de una (Santa Cruz)”. “Eso es recuperación del federalismo en la Argentina”, resaltó.
De acuerdo con los datos provistos en la conferencia, en esos resultados colaboró la reasignación de los recursos coparticipables, entre ellos el Fondo del Conurbano, del cual una parte iba a la Anses. “Reciben ahora el 47 por ciento de los recursos de origen nacional de manera automática y eso les permitió pasar de un déficit a superávit”, señaló Dujovne.