La ampliación de fondos que hará el organismo en medio de la pandemia generó una nueva interna en el Frente de Todos sobre el destino de casi US$4400 millones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) avanza en la asistencia financiera para los países miembros, y se espera que el mes próximo su directorio aprobará la emisión por US$650.000 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG). Los fondos se repartirán según la cuota que cada nación tenga en el organismo multilateral y a la Argentina le corresponderá un equivalente a algo más de US$4390 millones, al tipo de cambio actual.
La ampliación de fondos busca apuntalar las finanzas de los países en el medio de la pandemia de coronavirus, sobre todo de las naciones en desarrollo, como la Argentina, y también las más vulnerables, es decir aquellas de ingresos bajos. Los DEG podrán utilizarse para reforzar las reservas, comprar vacunas contra el Covid-19 o pagar deudas, destacó en reiteradas oportunidades la jefa del Fondo, Kristalina Georgieva.
Con esa idea avanzaba buena parte del ala económica del Gobierno liderada por el ministro de Economía, Martín Guzmán. Es que la asignación permitiría hacer frente a los vencimientos con el propio FMI que operan entre septiembre y diciembre, sin necesidad de tocar los dólares que el Banco Central (BCRA) tiene en reservas y que tras seis meses volvieron a superar los US$40.000 millones.
Pero la ampliación de recursos desde el Fondo se convirtió en los últimos días en un nuevo capítulo en la interna de la coalición de Gobierno, cuya escena inaugural se dio entre Guzmán y el kirchnerismo duro por el aumento de las tarifas de los servicios públicos y su intento por remover al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, que sigue en su cargo.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el senador Oscar Parrilli. (Foto: composión/ NA) En ese marco, los senadores que responden a Cristina Kirchner lograron dictamen de comisión para un proyecto de declaración, de autoría de Oscar Parrilli, por el que reclaman que esos fondos sean utilizados para luchar contra la pobreza y no al pago de la deuda.
Si bien tanto Parrilli como otros legisladores que acompañan la iniciativa recalcaron que buscan reforzar la postura de Guzmán en la negociación con el FMI y el reclamo para que los DEG que le corresponden a los países más desarrollados (EE.UU, China, Alemania, Japón por ejemplo) puedan ser traspasados no solo a países pobres sino también a los de ingresos medios, los analistas ven en la jugada parlamentaria un nuevo intento por limitar los movimientos del jefe del Palacio de Hacienda, que actualmente se encuentra de gira por Europa con el presidente Alberto Fernández.
Para Héctor Torres, economista y ex director del FMI, existe una confusión sobre la utilización que puede darse a los DEG una vez convertidos en moneda fuerte, sean dólares, euros, libra esterlina, yuanes o yenes.
“Los DEG son asientos contables en el FMI que los países miembro pueden cambiar por cualquiera de las monedas que conforman la canasta de los derechos especiales de giro. Con la ampliación (que se votará en junio), los países reciben un giro. Es un crédito que tiene la Argentina sobre la cuenta de DEG, se consideran reservas y se pueden cambiar en cualquier momento”, explicó Torres en diálogo con Tn.com.ar.
De esta manera, se consideran fondos de libre disponibilidad y el Gobierno puede utilizarlos según sus necesidades: incrementar las reservas del Banco Central, comprar vacunas contra el Covid-19, repagarle al Club de París, al FMI, o intervenir en el mercado cambiario, ejemplificó.
Lo que se desprende de la iniciativa de Parrilli, entonces, es que busca limitar a Guzmán para que esos fondos vayan programas de lucha contra la pobreza o atender los gastos de la pandemia, y que desactivar cualquier idea de aplicarlos a cumplir con los vencimientos de deuda con los organismos multilaterales.
La ampliación de los DEG, que debe ser aprobada aun por el directorio y la junta de Gobernadores del FMI llegaría hacia agosto próximo. Como se otorgan en proporción a la cuota de participación que tiene el país en el FMI, Argentina, va a recibir DEG 3.052,6 millones (0,67%). En dólares, al tipo de cambio de hoy, esa cifra es equivalente a US$4397 millones,
Pero en la agenda de debate internacional, el propio FMI planteó a las grandes potencias “una reutilización” de los giros especiales que no requieren, a fin de auxiliar a las naciones con mayores problemas financieros por la pandemia.
“Lo que el FMI quiere es que estos países, como Estados Unidos, China, Japón, que no necesitan una inyección de fondos, le permitan crear un trust para reusar esos DEG y asistir a las economías que llamaron vulnerables, las de ingresos bajos. Allí México y Argentina pidieron que en ese reparto se tenga en cuenta también a las naciones de ingresos medios”, expuso Torres.
El experto indicó que desde la conducción del Fondo se remarcó que esa redistribución de los DEG de los países ricos tendría como exclusiva utilización mitigar el impacto de la pandemia en los países más necesitados.