Gustavo Saúl Flores (28) fue condenado a la pena de ocho meses de prisión condicional por el delito de lesiones agravadas por la relación de pareja previa y por el género.
El imputado fue denunciado por su pareja. La mujer refirió que el 13 de marzo de este año, pasada la medianoche, el imputado regresó al domicilio en estado de ebriedad y vociferó que “estaba cagado de hambre”. Mientras ella cocinaba, le dijo que se iba a comprar un vino. Ante esto, la denunciante le pidió que no fuera porque al otro día tenía que trabajar. Entonces, repentinamente, Flores se dio vuelta y le dio dos golpes en el rostro. Luego tomó la tapa de una olla y se la asentó en el brazo izquierdo, advirtiéndole: “Si llamás a la policía me voy a matar”.
La denunciante manifestó que no era la primera vez que su pareja la agredía y que no había radicado denuncias porque siempre le pedía perdón, pero “esta vez ya no aguanta más”.
El juicio abreviado contra Gustavo Saúl Flores se llevó a cabo en la Sala III del Tribunal de Juicio y estuvo a cargo de la jueza Carolina Sanguedolce.
Se dispuso la libertad del condenado debido a la modalidad de la pena impuesta y se le fijaron reglas de conducta. Entre ellas figura la obligación de realizar tratamiento psicológico en institución pública o privada a su elección a fin de tratar sus impulsos violentos y presentar las constancias correspondientes; realizar tratamiento para tratar sus adicciones en institución pública o privada a su elección y remitir la constancia correspondiente; prohibición de acercamiento a la denunciante y su grupo familiar en un radio de 300 metros; prohibición de ejercer actos de violencia física o psíquica contra la denunciante y su grupo familiar; prohibición de mantener todo tipo de contacto con la denunciante por cualquier medio (whatsapp, teléfono, email, etc.), prohibición de abusar de bebidas alcohólicas y de usar estupefacientes, entre otras. Todo ello bajo apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la pena en caso de incumplimiento.