Dolor y bronca por el femicidio de Paola Tacacho. En diálogo con los medios, su pareja responsabilizó al Estado y al entorno del asesino.
Mauricio Parada Parejas nunca fue novio de Paola Tacacho. Tampoco tuvieron ningún romance. Solo fue su alumno cuando ella daba clases en un colegio terciario de Tucumán. Pero se obsesionó con Paola y aunque la víctima lo denunció 13 veces en cuatro años, el viernes pasado la asesinó. En medio del dolor, su pareja, Ana, denunció: “La familia de él (Parejas) sabía de todo lo que estaba pasando, sin embargo no hacía nada”.
Los últimos cuatro años fueron un calvario para Paola, justo después de que el asesino hiciera a un lado su obsesión por otra docente que ya lo había denunciado en 2012. La víctima vivía con miedo por sus constantes amenazas pero, a pesar de todas sus denuncias, no pudo evitar el final que tanto se le había anunciado.
“La familia de él (Parejas) sabía, sabía lo que él hacía y no hizo nada”, sostuvo con bronca la pareja de la víctima, en diálogo con Los Primeros. La joven señaló que un hermano del femicida que se suicidó tras matar a su profesora es un reconocido político a nivel provincial y que “le decía a Paola que era ella la que se tenía que ir”. “Como familia ellos no estaban dispuestos a hacer ese sacrificio”, afirmó.
Con esa postura, la víctima quedaba como responsable por lo que pudiera ocurrirle por no haberse alejado ella misma del peligro que la amenazaba. En lugar de irse, las dos denunciaron, pidieron ayuda, pero cuando la restricción perimetral que pesaba sobre el asesino perdió vigencia se desencadenó la tragedia. “Parecía que estaba contando los días”, expresó Ana, y volvió a apuntar a los familiares de Parejas: “Quién más que ellos podía frenarlo, saber de qué era capaz”.
En el mismo sentido se manifestó en las últimas horas una hermana de Paola a través de una carta pública. “(El agresor) tenía vínculos con la política” local y por eso “nunca lo encerraron ni siquiera un día”. “Él nunca respeto las perimetrales” dispuestas a favor de Paola, dijo la hermana, quien también había realizado denuncias por su parte por el “acoso” que toda su familia sufría “vía redes sociales”.
“...Desde que la conoció se obsesionó con ella, y poco a poco fue premeditando lo que concluyó con la vida de mi hermana”, aseguró la joven, quien adelantó que este lunes van a realizar una marcha en reclamo de justicia en la capital tucumana.
“Esto (el acoso) comenzó en el año 2015, este chico era alumno de ella en el nivel terciario, cursó durante muy poco tiempo la carrera de traductorado con ella y, a partir de ese momento, comenzó la persecución”, recordó Agustina, una de las amigas de Paola.
Y detalló: “En principio, a través de redes sociales, con perfiles truchos, la acosaba. Ella cerró todas sus redes sociales, entonces empezó a acosarnos a nosotros, a familiares nuestros. Eran mensajes con fotos de ella y frases o amenazas que decían ‘ya te va a llegar la hora’”.
“Yo creo que en su mente él estaba obsesionado con ella y lo único que quería era estar cerca de alguna forma. Nunca le hablaba pero estaba todo el tiempo. Es intimidante que a lo largo de cinco años una persona se te pare cerca y no te diga nada, y mande mensajes horribles, algunos con contenido sexual, otros con amenazas explícitas”, agregó otro amigo de la víctima.
Parada Parejas se había mudado a pocas cuadras de la casa de la víctima y solía aparecerse cada vez que ella salía, la había amenazado pero nunca la había atacado. “El viernes apareció con un cuchillo. No sabemos cuántas otras veces habrá salido con uno”, concluyó.