La jueza de la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal, Soledad Rodríguez, condenó a Rafael Antonio Serrano (24), a la pena de nueve años de prisión efectiva por ser autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por la minoría de edad de la víctima y la convivencia, y lesiones agravadas por el vínculo; y amenazas con arma y daños en concurso real.
En el mismo fallo, Leonardo Daniel Landriel, de 20 años, fue condenado por haber cometido los delitos de amenazas con arma y daños a la pena de un año de prisión efectiva, y fue absuelto de los delitos de los delitos de amenazas con arma, amenazas con arma, lesiones leves y robo calificado por el uso de armas en grado de tentativa y amenazas con arma, por los que había sido acusado en causas acumuladas, por haberse aplicado el principio de la duda, “in dubio pro reo”.
Atento al tiempo que llevaba detenido, la jueza tuvo por cumplida la pena impuesta.
Por otra parte, Saúl Felipe Reyes fue absuelto por el beneficio de la duda, de los delitos de amenazas con arma y daños, y robo calificado por el uso de armas en grado de tentativa y amenazas con arma, por los que había llegado acusado a juicio.
Landriel y Reyes recuperaron su libertad una vez finalizada la audiencia, mientras que Serrano será alojado en la Unidad Carcelaria de Tartagal hasta cumplir su condena.
También se ordenó que Serrano sea inscripto en el Registro Nacional de Datos Genéticos y Registro Provincial de Condenados vinculados a delitos contra la integridad sexual.
El Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) deberá extraer el material genético del condenado a través del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico, previa asignación del Dato Único de Identificación Genética.