El hecho ocurrió en el asentamiento La Rivera, en las márgenes del río Arenales.Un hombre de 36 años falleció por heridas de arma blanca en el torso y brazo izquierdo.
Es el tercer homicidio con arma blanca que ocurre en los primeros once días del año. Otra vez la marginalidad y el alcohol estuvieron presentes y desataron una fatalidad, donde un hombre perdió la vida producto de las heridas de cuchillo que sufriera en el torso y en el brazo izquierdo.
La noche del sábado, Ismael Federico Soto, de 27 años, fue detenido y quedó a disposición del Juzgado de Garantías 7. Está implicado en la muerte de Daniel Antonio Soto (36), su hermano, durante un incidente originado tras una ingesta de bebidas alcohólicas en un asentamiento capitalino.
El funesto incidente ocurrió cerca de las 22 en el pasaje Castelani S/N (casa 14 al final, según los datos proporcionados por la Policía), en lugar que se lo conoce como "asentamiento La Rivera" -en los márgenes del río Arenales-. Un llamado al Sistema de Emergencia 911 alertó a las fuerzas de seguridad sobre la presencia de un hombre herido en la vereda.
Alrededor de las 22.50, una patrulla policial fue desplazada desde el Centro de Coordinación operativa a verificar un incidente en el pasaje La Parada.
A su arribo, efectivos policiales constataron la presencia de un hombre tendido en el suelo que estaba siendo asistido por profesionales del Samec quienes constataron que se encontraba sin signos vitales.
Los uniformados preservaron el lugar del hecho para que peritos del Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF) efectúen las pericias.
Los efectivos que participaron del operativo realizaron una minuciosa búsqueda por el lugar e inmediaciones para dar con el arma blanca utilizada en el hecho, pero no lograron encontrar el elemento que causó la muerte de Daniel Soto.
Desde la Policía, informaron a El Tribuno que gente del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) continuaron la búsqueda durante la jornada de ayer.
Un equipo de este matutino, se acercó hasta el lugar, donde se encontraban los familiares de la víctima pero no quisieron prestar declaraciones.
El homicida
Ismael Federico Soto, hermano del fallecido, fue puesto a disposición de la Justicia luego de que se entregara en forma voluntaria ante autoridades policiales.
Interviene en la causa la Unidad de Graves Atentados contra las Personas N´ 3, a cargo de la Fiscal Penal, Karina Verónica Simesen de Bielke, y el Juzgado de Garantías N´ 7.
Año salvaje
En once días del 2020 ya se registraron tres homicidios con armas blanca. Un joven de 17 años, la primera víctima de la violencia de este año, fue ultimado en un festejo por el Año Nuevo en barrio Santa Clara. El agresor, de 27 años, fue detenido tras una redada policial en la zona del canal de Velarde.
El crimen se produjo en un contexto de festejos desenfrenados entre jóvenes, entre ellos muchos adolescentes, que se congregaron en el barrio ubicado en la zona este de la capital, a festejar la llegada de un nuevo año.
Fuentes policiales confirmaron que la muerte se produjo en el marco de una gresca generalizada entre varios jóvenes, por causas que se desconocen, pero potenciadas por el consumo de sustancias y sobre todo de alcohol.
Los incidentes primarios se originaron en las primeras horas de la madrugada y culminaron con la muerte de un joven de apellido Jaime. Este acto terminal produjo la fuga de muchos de los presentes, quedando solo sus amigos, quienes decidieron llamar a la Policía recién en esos instantes.
Segundo homicidio
Un joven de 24 años fue ultimado de varias puñaladas en un barrio de la periferia de la ciudad de Tartagal, al norte de la provincia, en circunstancias aún no esclarecidas, y por el hecho de sangre un joven de 20 años fue detenido a las pocas horas del deceso de la víctima, quien falleció en el quirófano del hospital Juan Domingo Perón de la ciudad norteña.
La violencia extrema en las ciudades del norte es una constante, y fuentes oficiales indicaron que la mayoría de los hechos de sangre en la zona de frontera tienen como protagonistas a personas jóvenes. No es un dato menor, ya que las comunidades y los vecinos en general atribuyen este tipo de violencia a la proliferación de las adicciones, a la pobreza estructural, la falta de trabajo y de oportunidades para la juventud de la zona de frontera.
El crimen se produjo en horas de la madrugada del 9 de enero y trascendió que el móvil habría sido un posible ajuste de cuentas. De todas maneras, la Policía continúa las investigaciones para esclarecer la muerte del joven en Misión Tapiete.
La investigación está bajo la dirección de la Unidad Fiscal de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal.