Federico Guillermo Pereyra (35) fue condenado en juicio abreviado a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional por los delitos de amenazas y privación ilegítima de la libertad agravada, en concurso real.
La jueza María Gabriela González, vocal de la Sala III del Tribunal de Juicio, ordenó la libertad del condenado por la modalidad de la pena dictada y le fijó reglas de conducta que deberá cumplir durante dos años. Entre ellas figura la obligación de someterse al control del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados de Salta; prohibición de acercamiento en un radio de 200 metros del domicilio de la denunciante; prohibición de ejercer actos de violencia física o psicológica contra la damnificada y de entablar cualquier tipo de contacto con ella; realizar tratamiento psicológico para el control de sus impulsos violentos, acreditar su inicio dentro de quince días y su evolución cada tres meses, hasta el alta definitiva. Todo ello con apercibimiento de revocarse la modalidad de prisión en suspenso.