La madre de las niñas había enviado una nota a la comisaría pidiendo ayuda en enero de este año. El fiscal de UDIS, Pablo Rivero, reunió todas las pruebas que permitieron sentenciar al hombre a prisión por más de una década.
Un hombre de 35 años fue condenado a 12 años de prisión efectiva por los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia en concurso real con el delito de coacción, todo en concurso real.
El fiscal Penal 4 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Pablo Rivero, llevó adelante la investigación que permitió que el hombre sea sentenciado.
La intervención del Ministerio Público Fiscal inició luego de que se conociera que el 8 de enero de 2022 una mujer envió un mensaje en un papel desde un paraje del interior provincial que decía: “Hacele saber a la policía que venga por favor, que hay amenaza con arma blanca y abuso sexual a dos menores”.
Al llegar la comisión policial hasta el lugar, la mujer contó que su pareja y padre de sus ocho hijos, abusaba de sus hijas de 14 y 13 años desde los 10 y 9 años. En su denuncia, la madre contó que en año nuevo descubrió a una de sus hijas en ropa interior, debajo de la cama. Al preguntarle qué sucedía, la niña le contó que se escondía de su padre porque abusaba de ella y de su hermana.
Además, la mujer solicitó protección pues temía por su vida y la de sus hijos ya que el hombre es una persona muy alcohólica y agresiva. Al ser consultado por el Personal Policial, el Ministerio Público Fiscal requirió su detención.
El fiscal Penal Rivero solicitó que se les tome declaración testimonial a las niñas en Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) y allí contaron los abusos a los que eran sometidas, que el padre las amenazaba con matarlas y “enterrarlas en los cerros” si contaban algo y que si quedaban embarazadas les decía que “se golpearan el estómago con alguna piedra o pirca para perder el bebé”. Además, las niñas narraron que en varias oportunidades las obligaba a tomar vino y se quedaban dormidas, para luego despertar sin ropa.
El examen médico confirmó que las dos menores de edad presentaban abuso sexual con acceso carnal, de larga data.