Mediante juicio abreviado le fijaron reglas de conducta, entre las que se incluye el tratamiento psicológico de una adicción y la obligatoriedad de finalizar el nivel educativo secundario. Intervino la Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género 1.
Mediante juicio abreviado, un hombre de 22 años fue condenado por la Sala 3 del Tribunal del Juicio del distrito Centro, a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional y reglas de conducta durante tres años, entre las que se incluye que realice un tratamiento psicológico para tratar una adicción.
La Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género N° 1 había imputado, desde 2019, al hombre por amenazas, lesiones leves y privación ilegítima de la libertad, agravadas por el género.
Teniendo en cuenta que ya el Juzgado de Garantías había dictado medidas de prohibición de acercamiento en otras oportunidades y tanto el hombre como su expareja las violaron en distintas oportunidades, se estableció que al joven le sea colocada una pulsera electrónica que permita al Sistema de Emergencias 911 detectar cuándo existe una distancia menor a la permitida entre la víctima y su agresor.
Además, entre las reglas fijadas por la jueza Gabriela González para que el joven mantenga la condicionalidad de la pena, se encuentra la obligatoriedad de que el joven termine el nivel educativo secundario.