Los fiscales penales Ana Inés Salinas Odorisio y Diego Nicolás Rodríguez López, requirieron ante el Juzgado de Garantías del Distrito Judicial Sur-Joaquín V. González, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado al exauxiliar fiscal Sergio Ariel Dantur, acusado del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público en perjuicio de la administración pública.
En el requerimiento a juicio, la Unidad Fiscal destacó que el hecho adjudicado a Dantur se produjo mientras era funcionario público, cuando se desempeñaba como auxiliar fiscal de Apolinario Saravia, a cargo de la Fiscalía Penal con asiento en Joaquín V. González. De hecho, en marzo pasado, el fiscal penal 2, Ramiro Ramos Ossorio, requirió ante el Juzgado de Garantías 1 del Distrito Judicial del Sur-Circunscripción Anta, la elevación a juicio de la causa que tiene Dantur como acusado de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado, en concurso real, por las filtraciones al policía Mamaní.
En la presente causa, surgió que el imputado, investigado por su vínculo con el acusado policía de la subcomisaría El Dorado de Apolinario Saravia, Walter Mamaní, hizo entrega voluntaria de un teléfono celular como supuesto de uso oficial y omitió poner a disposición el teléfono corporativo del Ministerio Publico Fiscal, por lo que realizó la maniobra de entregar el teléfono de uso particular como si fuera oficial.
En un primer momento, el resultado de la inspección al teléfono celular aportado por la fiscala penal de Derechos Humanos, Verónica Simensen de Bielke, fue utilizado como elemento de prueba en contra de Dantur, lo cual fue sostenido por el Juez de Garantías y el Tribunal de Impugnación.
Fue así que por disposición del procurador general de la Provincia, Abel Cornejo, fue creada la Unidad Fiscal para investigar la conducta de Dantur, quien al entregar el teléfono celular y no especificar que se trataba de un móvil personal y no oficial, generó la declaración de nulidad de las actuaciones, conducta que condujo al error no solamente del Tribunal, sino también de la fiscala que investigaba la causa.
Se agregó como conducta reprochable a Dantur, que el teléfono celular oficial no fue utilizado a tales fines, sino que se verificó una utilización ambigua y confusa del aparato, lo que alteró el desarrollo de las tareas encomendadas como funcionario público, que perjudicó el normal y correcto desempeño de su función pública.
Extracción de datos
En el análisis del plexo probatorio reunido, concurrieron como prueba objetiva de indubitada certeza, los informes de los peritos del Gabinete de Informática del CIF, quienes realizaron un análisis integral del informe de extracción sobre los teléfonos secuestrados al auxiliar fiscal Sergio Dantur. Surgió así un informe de 8182 páginas, con un resumen de 300, del cual fueron sustraídos distintos elementos de interés para profundizar en el análisis.
También pudo establecerse que el teléfono de la línea oficial del Ministerio Público Fiscal, era utilizado por la hija de Dantur, menor de edad, quien recibía mensajes de trabajo y que luego eran reenviados por la madre de la niña a la línea personal utilizada por Dantur.
Los teléfonos analizados fueron el oficial (otorgado por el Ministerio Público Fiscal) y el personal. Del último, surgieron los mensajes intercambiados con el comisario detenido e imputado, Walter Mamaní, cuando se realizó la inspección ocular. El imputado también realizó consultas y visitó páginas de contenido con información referida al IFE (Ingreso Familiar de Emergencia). Existen comunicaciones en las que se presume que Dantur intercambiaba cheques de manera frecuente.
Por otra parte, se hallaron comunicaciones con un acusado de venta de motos robadas, en las que el imputado Dantur se comunicó con alguien a quien señaló como “Jujuy”, detrás del apodo. El exfuncionario hizo referencia a que esperaba el embarque y que ya tenía un par de tornillos. Las tareas complementarias con la Brigada de San Pedro de Jujuy, revelaron que sería una persona que estuvo detenida en esa ciudad jujeña, por comerciar con motocicletas robadas, las que eran llevadas a “Chaco” y que desde allí regresaba con “carne”.
Dantur también posee un registro de búsqueda de armas de distintos calibres y recibió un mensaje de alguien a quien le preguntó si tenía una para venderle. A través de un audio, Dantur dijo a otro hombre que le interesaba comprar un arma y que quería una 45” o una Ballester Molina, también un fusil o subfusil, al que se le pueda poner una mira holográfica o láser.
Dantur mantuvo una fluida comunicación con distintos dirigentes políticos y un exfuncionario provincial, quien le habría facilitado vídeos de las filmaciones obtenidas en el caso Mamaní. La misma persona advirtió a Dantur “que tenga cuidado con Mamaní, porque se la estaba mandando cambiada”.
El 28 de junio de 2020, Dantur le dijo al policía Walter Mamaní que dejaba el expediente en la mesa de la fiscalía, en su oficina y sobre su escritorio; que pidiera las llaves y que se quedara tranquilo compulsando las actuaciones “y a la mierda”.
Por lo expuesto, quedó demostrada la materialidad del hecho y la participación responsable del encartado. La exigencia de un elemento subjetivo implícito en el tipo penal, se dio por el conocimiento y la voluntad de actos contrarios a la función pública que afectaron el bien jurídico protegido, que es la administración pública.
Vale recordar que a comienzos de febrero de este año, el Colegio de Gobierno del Ministerio Público aplicó la sanción de cesantía al exauxiliar fiscal de la Delegación Fiscal de Apolinario Saravia, Sergio Ariel Dantur, en los términos de la Ley Orgánica del Ministerio Público y de su Reglamento General. Con la sanción aplicada, quedó extinta la relación laboral de Dantur con el organismo.