La fiscala penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, requirió ante el Juzgado de Garantías 2, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputados a dos efectivos policiales, acusados de los delitos de vejaciones calificadas por el uso de la violencia; y a otros cuatro, acusados de los delitos de severidades y lesiones leves en concurso ideal.
Los efectivos policiales Carlos Alfredo Farfán e Iván Exequiel Segovia, con revista en la División Seguridad Urbana de Rosario de la Frontera, fueron acusados del delito de vejaciones calificadas por el uso de la violencia, en calidad de autores.
En tanto, los efectivos Oscar Sebastián Pereyra, Luis Sebastián Pérez, Francisco Crisostomo Alzogaray y Jonatan Esteban Díaz, con revista en la subcomisaría El Mirador, fueron acusados de los delitos de severidades y lesiones leves en concurso ideal, en calidad de autores.
Del requerimiento, surgió que el 24 de mayo de 2020, mientras el denunciante circulaba junto a su pareja por calle Williams, de la ciudad termal y a bordo de su auto, observó que un móvil policial empezó a seguirlos, por lo que estacionó.
Fue entonces que el personal policial se acercó al rodado y el denunciante fue esposado en el piso, donde propinaron patadas en la espalda. Luego, fue subido al móvil, en el que le dieron golpes de puño en el rostro y le pisaron el pecho.
La investigación encabezada por Simesen de Bielke, permitió determinar que el traslado de la víctima fue realizado por los acusados Farfán y Segovia, quienes le produjeron al denunciante lesiones que fueron constatadas, por lo que se advirtió un accionar injustificado por parte de los imputados, quienes excedieron los límites impuestos por la Ley 7742, que autoriza a las fuerzas policiales a “hacer uso de la fuerza pública cuando fuere necesario”.
Sobre la acusación a los efectivos Pereyra, Pérez, Crisostomo Alzogaray y Díaz, surgió de las constancias de la causa que la víctima fue trasladada a la Subcomisaría El Mirador, donde éstos continuaron agrediéndolo físicamente, mientras le vociferaban: “pendejo de mierda te vamos a hacer cagar, no me mires a la cara”.
En sus fundamentos, la fiscala penal Verónica Simesen de Bielke, sostuvo que de las investigaciones desplegadas, los diversos testimonios incorporados, el soporte magnético y la prueba médica, se advirtió con claridad manifiesta que el uso de la fuerza por parte de los efectivos policiales excedió los límites permitidos y que en modo alguno se hallaba legítimamente justificada.