La Fiscalía General de San Isidro imputó al psicólogo Carlos Díaz y a los dos últimos enfermeros que atendieron a Diego, en la causa que investiga el fallecimiento del astro futbolístico el pasado 25 de noviembre.
El psicólogo Carlos Días y los dos últimos enfermeros que atendieron a Diego Armando Maradona fueron imputados en la causa que investiga el fallecimiento del astro futbolístico el 25 de noviembre de 2020.
Además de Díaz, la decisión judicial alcanza a Dahiana Madrid, quien reconoció haber mentido en su reporte sobre la salud del "Diez", y a otro enfermero, llamado Ricardo Almirón, que se encontraba presente en el domicilio en el que Maradona pasó sus últimas horas.
Estas imputaciones se suman a la de Leopoldo Luque, el último médico personal de Maradona, y la psiquiatra Agustina Cosachov, quienes aparecen como los principales apuntados por el tratamiento previo a su muerte, a los 60 años, en una casa en el barrio privado San Andrés, de Tigre, dos semanas después de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro.
Hasta el momento, la calificación para todas las personas involucradas es la misma: "homicidio culposo por negligencia u omisión".
Esto se traduce en que no controlaron al paciente, no tuvieron en cuenta los recaudos a la hora de firmar la externación de la clínica Olivos y mucho menos cuando estuvo los últimos días en la vivienda del barrio San Andrés de Tigre.
Por otra parte, se volverá a convocar a la cocinera que trabajaba en la vivienda, de apellido Rodríguez y apodada "Monona", para que amplíe su declaración testimonial.
Además, no se descartan nuevas imputaciones vinculadas al entorno que el ex director técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata tenía en sus últimos días en la casa, en la que de manera frecuente estaban Maximiliano Pomargo (asistente y cuñado del abogado Matías Morla), Jhonatan Alejandro Espósito, alias "Jhoni", el sobrino de Maradona; un personal de seguridad y la propia cocinera.
Gianinna Maradona, en tanto, volvió a expresarse mediante su cuenta de Twitter y cargó contra el periodismo y la Justicia, luego de que se filtraran datos de su declaración en la causa.
“Yo me senté en la Fiscalía y conté cosas tan íntimas que rogaba que nunca salgan de ahí, salieron y hoy no tengo lugar seguro para exponer NADA. ¿Y qué se hace en mi caso? ¿No colaborás con la Justicia porque después los periodistas hacen mil programas y suposiciones sobre vos?", escribió la joven.
Y agregó: "Mi papá por muchos años fue señalado como el más hijo de puta por el adulterio que ejercía en su matrimonio. Por haber asumido su enfermedad, mi apellido era 'maradroga'.