Gabriel Federico Apaza (26) fue condenado a la pena de nueve meses de prisión condicional por resultar autor penalmente responsable del delito de amenazas y desobediencia judicial.
El procedimiento abreviado se llevó a cabo en la Sala I del Tribunal de Juicio en feria y estuvo a cargo del juez Martín Fernando Pérez.
El magistrado ordenó la libertad del acusado, sin perjuicio de lo dispuesto por otro tribunal, y le impuso las siguientes obligaciones por el lapso de tres años: fijar domicilio y someterse al cuidado del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados; prohibición de acercarse a la denunciante en todos los lugares donde ella lleve a cabo sus actividades diarias; prohibición de ingresar al domicilio de la damnificada; abstenerse de consumir sustancias estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; realizar tratamiento para sus adicciones y presentar trimestralmente las constancias que den cuenta de su inicio y evolución; realizar tratamiento psicológico. El juez también dispuso que se mantenga la exclusión de hogar notificada al imputado.
Apaza fue denunciado por su madre. El acusado tenía exclusión de hogar y prohibición de acercamiento a la damnificada. La mujer refirió que el 6 de octubre del año pasado regresó a su casa y encontró en el interior a su hijo mayor, consumiendo bebidas alcohólicas. Le pidió que se fuera y le advirtió que iba a llamar a la policía si no lo hacía. Ante esto él se alteró y comenzó a insultarla y a amenazarla diciéndole: “Llamá, yo no tengo miedo. Cuando salga voy a venir y te voy a dar un cuetazo”.
Como seguía alterado, la denunciante llamó a su hija para que intercediera. La joven llegó al domicilio acompañada por su concubino y dieron aviso al Sistema de Emergencia 911. Apaza se retiró pero regresó poco después para seguir hostigando a su familia. Se dio nuevo aviso a la policía y el imputado quedó detenido.