El acusado fue condenado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante calificado por la guarda y la convivencia de una menor y tras el recurso de casación interpuesto por la fiscal Flores Toranzos, se agravó la calificación, se le impuso una pena mayor y se ordenó su inmediata detención.
El acusado llegó a juicio acusado de abusar sexualmente de la hija de su pareja, de ocho años de edad, aprovechando la ausencia de la madre por razones laborales. La denuncia fue realizada en octubre de 2009 por la madre de la entonces menor.
Fue condenado por la Sala II del Tribunal de Juicio como autor del delito de abuso sexual gravemente ultrajante calificado por la guarda y la convivencia con una menor de dieciocho años declarando la inconstitucionalidad de la escala penal dispuesta para ese delito, por lo que le impuso una pena de 5 años y 4 meses de prisión efectiva. Pero además se ordenó que el condenado continúe en libertad provisoria hasta que la sentencia quede firme imponiéndole mientras tanto, medidas sustitutivas.
La fiscal penal 3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Cecilia Flores Toranzos, en desacuerdo con el fallo, recurrió en casación la sentencia y la Sala IV del Tribunal de Impugnación hizo lugar al recurso, condenando al acusado como autor del delito de abuso sexual con acceso carnal calificado por la guarda y la convivencia con una menor de dieciocho años ordenando su inmediata detención.
Tras el agravamiento de la calificación, se fijó que deberá cumplir una pena de 9 años y 4 meses en forma efectiva.