Los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio condenaron a Walter Alejandro Espinoza a la pena de prisión perpetua por considerarlo autor penalmente responsable del delito de homicidio calificado por el género, en perjuicio de Agustina Guedilla (16).
En el mismo fallo, Espinoza resultó absuelto del delito de tentativa de homicidio agravado por el género, en perjuicio de C. CH. (31 años de edad al momento del hecho), por aplicación del beneficio de la duda.
Los jueces ordenaron que el condenado permanezca alojado en la cárcel penitenciaria local.
El tribunal colegiado estuvo integrado por los jueces María Victoria Montoya Quiroga (presidenta), Ángel Amadeo Longarte (vocal) y Carolina Sanguedolce (vocal interina).
Los jueces ordenaron que se le realice al imputado examen médico y extracción de muestras genéticas para su inscripción en el banco de datos correspondiente.
Los jueces rechazaron el planteo de inconstitucionalidad de la prisión perpetua presentado por la defensa técnica del acusado, que estuvo a cargo de Jorge Eduardo Bonetto, de la UDP 6.
Por el Ministerio Público intervino la fiscal Mónica Poma, de la Unidad de Femicidios. Luciano Romano y Laura Flores Mejía actuaron en la parte querellante.
Espinoza fue condenado por un hecho ocurrido el 5 de diciembre de 2019. Esa mañana, alrededor de las 9.30, la policía tomó conocimiento acerca del hallazgo del cuerpo sin vida de una adolescente, en la cancha “Los Vallistos” de barrio Palermo II. La persona que encontró a la joven estaba realizando actividades físicas en el predio cuando alcanzó a ver el cuerpo. Al acercarse observó que se trataba de una mujer en posición de cúbito dorsal, con ambas piernas flexionadas. Tenía un trozo de escombro de gran tamaño sobre la cabeza.
Ese mismo día, se presentó en la dependencia policial la madre de Agustina Guedilla (16), manifestando que su hija había salido de la casa la tarde anterior y no había regresado. Cuando los oficiales le exhibieron las prendas de vestir de la víctima encontrada en el predio “Los Vallistos”, la mujer las reconoció como la ropa que llevaba su hija al retirarse de su casa. Además, aportó a la policía que sus otras hijas le habían comentado que Agustina había intercambiado mensajes en la de red social Messenger con un hombre que le pedía una cita. Al retirarse de su casa, la víctima dejó abierto el chat en el celular de su hermana.