La mujer era buscada desde el martes 15 de enero cuando desapareció en Pompeya, después de activar en dos oportunidades su botón antipánico.
Según reconocieron familiares, el cuerpo encontrado este sábado en el Riachuelo es el de Carla Soggiu, quien estaba desaparecida desde el pasado martes, tras salir de su lugar de trabajo en el barrio porteño de Pompeya. Los restos fueron encontrados a la vera del río en la zona del barrio de Barracas.
De acuerdo con fuentes cercanas a la causa, la mujer no tendría signos de violencia, aunque todavía se espera a la realización de la autopsia, que se llevará a cabo cerca de las 19.
Soggiu tenía 28 años y era buscada desde el martes 15 de enero, cuando desapareció después de activar en dos oportunidades su botón antipánico. Madre de dos hijos, fue vista por última vez ese día cerca de las 20, cuando un compañero del trabajo la acompañó a tomarse el colectivo de la línea 32 en Pompeya.
Este fin de semana se dieron a conocer imágenes de cámaras de seguridad que muestran el recorrido de la joven junto a su amigo.
"A partir de una nueva declaración realizada al testigo se pudo establecer la línea de tiempo y se logró dar con dos cámaras de vecinos de la calle Ochoa 40 donde se ve a Carla junto al testigo yendo a tomar el colectivo de la línea 32", explicaron fuentes de la Policía de la Ciudad.
Ese mismo día, fuentes relacionadas a la causa confirmaron que la alarma antipánico que la mujer llevaba consigo se activó primero a las 20.07 y luego a las 21.14.
La joven tenía el artefacto de seguridad desde el 26 de diciembre de 2018, luego de que su expareja, identificado como Nicolás Fuentes, violara una restricción perimetral y abusara de ella tras someterla a golpes.
El hombre ahora está detenido en el penal de Marcos Paz, pero temen que su familia esté detrás de la desaparición. Luego de la activación del aparato, en una primera comunicación la joven relató que estaba desorientada.Desde la División de Alarmas procedieron a enviar un móvil a su domicilio. Carla padecía hidrocefalia, una condición médica que puede producirle la desorientación en caso de sufrir un golpe en la cabeza.
En la segunda alarma, le expresó al oficial de turno que se encontraba en un vehículo del cual no pudo aportar datos, en una calle de tierra con abundante barro.
Cuando los oficiales se dirigieron al último lugar geolocalizado, no encontraron nada.
"Es horrible tener una hija con ese botón de porquería y pensar que puede salir alguien de un árbol y matarla.
Hace 48 horas que yo no veo a mi hija, no sirve para nada", decía por esos días Alfredo, padre de Carla.
El cuerpo fue hallado este sábado a las 7 de la mañana por gente que realizaba de manera diaria a la limpieza del Riachuelo. Pudo ser identificado por un tatuaje, la ropa y un piercing. Uno de los hombres que encontró los restos aseguró en declaraciones a la prensa: "Nosotros llegamos a las 6.40 y vimos el cuerpo. Apareció contra una barrera de contención que hay acá.
Estaba muy hinchado. Nuestro encargado llamó a Prefectura".
El fiscal Augusto Troncoso, a cargo de la causa, se presentó en el lugar, donde actuaron agentes de la Policía de la Ciudad y efectivos de Prefectura. Poco después de las 11.30 de la mañana el cuerpo fue trasladado a la morgue judicial, en el barrio de Once.
Al mediodía de este sábado, se confirmó que se trataba de Carla. La familia habría reconocido a la mujer, aunque la confirmación oficial se dará después de la autopsia y los peritajes