El imputado es Franco Rodrigo Bautista; el hecho se perpetró en Cerrillos.
Un hombre de 29 años fue condenado a siete años de prisión por el delito de abuso sexual con acceso carnal. La audiencia de debate se desarrolló en la Sala III del Tribunal de Juicio, con tribunal colegiado integrado por los jueces Pablo Farah, María Gabriela González y Carolina Sanguedolce.
El imputado Franco Rodrigo Emanuel Bautista fue denunciado por un hecho ocurrido en Cerrillos. La denunciante relató que ese día había asistido a un local bailable de la localidad de El Carril junto a dos amigas. Dentro del boliche perdió de vista a sus amigas y permaneció junto a un amigo N. que, a su vez, se encontraba acompañado por dos sujetos que ella recién conocía. Uno de ellos era el imputado.
Al finalizar el baile, abordó el colectivo a Cerrillos junto a su amigo y los otros dos jóvenes. En el camino, N. les propuso que fueran cerca de su casa para seguir tomando. Se bajaron a la entrada del pueblo, viniendo de El Carril. Entonces su amigo le propuso que ella se adelantara con Bautista hasta un potrero mientras él y el otro sujeto iban por las bebidas alcohólicas.
La denunciante caminó con Bautista hasta una vivienda que resultó ser el domicilio del imputado. Él le dijo que pasara y la llevó hasta una habitación, pero se dio conque en el lugar estaba durmiendo su hermano, así que le indicó que salieran nuevamente. Entonces el acusado le propuso que fueran al potrero donde, en teoría, ya estarían los otros dos jóvenes esperándolos. Al llegar, no había nadie. Bautista le sugirió que quizás ya se habían ido porque ellos habían demorado demasiado en llegar.
La denunciante refirió que en ese momento el imputado cambió de actitud. La sujetó fuertemente del brazo y la introdujo dentro del terreno, diciéndole: “Vos vas a estar conmigo. Si no es por tu voluntad va a ser por la fuerza”.
La joven manifestó que entonces ella comenzó a gritar pidiendo auxilio pero él le decía: “Nadie te va a escuchar acá, callate”. Dijo que en ese lugar la accedió carnalmente a pesar de su resistencia. Luego, el acusado le ordenó que se fuera y le advirtió que no le contara lo sucedido a nadie.
Los jueces revocaron la prisión domiciliaria preventiva que venía cumpliendo el imputado y ordenaron su traslado a la cárcel penitenciaria local.
También hicieron lugar parcialmente a la demanda instaurada por la víctima y condenaron a Bautista a pagarle la suma de 800 mil pesos en concepto de daño moral resarcible, más los intereses correspondientes.
Finalmente, el tribunal ordenó que se le realice al condenado un examen genético (ADN) para su incorporación al Banco de Datos Genéticos, previa asignación del DUIG por el Registro provincial de condenados vinculados a delitos contra las personas y contra la integridad sexual.