Sebastián Fucho, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio de Metán, condenó a un hombre de 37 años, por ser autor del delito de abuso sexual simple, y le impuso la pena de dos años de prisión de ejecución efectiva.
Una vez firme la sentencia, se extraerá material genético del condenado por el Servicio Médico del Poder Judicial, y su posterior inscripción en los Bancos de Datos Genéticos previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG).
En ese sentido, el Servicio Médico del Poder Judicial, circunscripción Metán, practicará un informe físico de la persona condenada, constatando las señas particulares que permitan la identificación integral.
En el mismo fallo, el hombre fue absuelto de culpa y cargo del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo y por la situación de convivencia preexistente con menor de 18 años, por el que también había sido acusado, por haberse aplicado el beneficio de la duda, “in dubio pro reo”.