La semana pasada un hermano y la madre de María Cash estuvieron en Salta para conocer los avances de la investigación por la desaparición de la diseñadora porteña, quien fue vista por última vez el 8 de julio de 2011 en el expeaje Aunor, en el acceso a la capital provincial.
Por ahora la hipótesis más firme es la de trata de personas, aunque no se descartan otras. Hay novedades en la causa que todavía no se dan a conocer ya que están en una etapa de investigación. La familia mantiene la esperanza de encontrarla con vida.
En diálogo con El Tribuno, Máximo Cash consideró que el Poder Judicial requiere reformas urgentes para ponerse al servicio de la ciudadanía. Pidió a políticos y funcionarios judiciales dejar a un lado sus egos para que lleguen los cambios necesarios.
La semana pasada estuvo en Salta. ¿Qué conclusiones saca de este viaje?
Ha sido muy positivo y provechoso. En principio, nos juntamos con nuestro abogado, Pablo Tort, y con el fiscal Eduardo Villalba para ver los avances que tenían. Si bien veníamos hablando por teléfono, redes sociales y correo electrónico, de forma presencial no nos veíamos desde enero del año pasado. Por la pandemia no pudimos viajar, así que esta era la primera vez que nos volvíamos a ver después de un año y pudimos tener una reunión entre todos.
Más allá de que uno conversa de vez en cuando, es más importante el cara a cara porque siempre surgen algunas ideas o cosas que por ahí se habían pasado por alto, para tenerlas en cuenta.
Luego tuvimos una reunión con Pedro García Castiella, el defensor general de la Provincia, quien fue nuestro abogado antes de asumir el cargo. Lo vimos después de mucho tiempo. Aprovechó para comentarnos sobre la presentación del programa de asistencia a las víctimas, que a nivel nacional ya existe y del cual formamos parte, pero que en Salta lo están articulando ahora. Nos mencionó el tema y nos contó sobre su funcionamiento, que es importante para la gente de Salta.
¿Hay nuevas pistas sobre la desaparición de su hermana? ¿Alguna novedad en la investigación?
Hay cosas que por supuesto no se pueden mencionar porque se están investigando todavía, pero se van dando, ya sea por una reunión cara a cara o porque surgen tras haber leído o haber visto una página en el expediente que antes se había pasado por alto o que no se había tomado en cuenta. Hoy quizás pasa algo que te hace ver de nuevo una hoja y tomar cierta información que se había dejado de lado por otro motivo.
Este año se cumple una década de la desaparición de su hermana. ¿Qué cree que pasó con María? ¿Sigue siendo la trata de personas la hipótesis más firme?
Por la cercanía a las fronteras y por la circulación de gente que había en ese momento por la Copa América, que se jugó en la Argentina, y por las vacaciones de invierno... Además, en el sur había hecho erupción un volcán en ese momento y el que se tomaba vacaciones no podía ir de la ciudad de Buenos Aires hacia el sur porque estaba la nube de cenizas, entonces mucha gente se fue hacia el norte; Salta, siendo un atractivo turístico importante, tenía la plaza hotelera totalmente colapsada. Eso ayuda a que, si María estaba con algún problema o inconveniente y por eso caminaba sin sentido y sin rumbo por Salta o, como se tiene el último indicio, sobre la ruta 34, es muy factible que alguien haya parado “de buena fe” a alcanzarla a algún lado y que quizás haya sucedido algo más importante.
¿O sea que siguen pensando en un caso de trata?
Lo más fuerte siempre es que se haya tratado en aquel momento de alguna red de trata de personas o no una red necesariamente... A medida que investigamos a pulmón, entre nosotros, nos enteramos por dichos de la gente de que a una persona en algún pueblo la encontraron con una chica esclavizada para quehaceres domésticos y no la dejaban salir, niños que estaban con sus madres... Cosas que uno quizás no se pone a pensar y sin embargo existen y existían. Aparecen noticias similares en Estados Unidos y en Europa.
Es factible que eso haya sucedido. También, que haya fallecido por causas naturales después de tanto tiempo de estar deambulando sin alimentarse y que hayan encontrado el cuerpo y lo hayan hecho desaparecer... Las hipótesis pueden surgir. El asunto es encontrar una punta de alguno de esos ovillos como para empezar a tirar de ahí y ver adónde nos hace llegar.
¿Mantienen la esperanza de encontrarla con vida?
Sí, eso es lo primero en lo que se piensa pero, pasado tanto tiempo, también pensamos en otras posibilidades: que esté privada de su libertad, que haya fallecido, que siga perdida y deambulando... Son infinitas las posibilidades.
Si se sigue la hipótesis de trata, puede estar en otro país...
Sí, pero es imposible saber eso, hasta que alguien con certeza apunte con un dedo y diga: “Está acá”; pero es muy difícil.
En 2019 se formó en Salta una comisión para investigar el caso, integrada por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), Gendarmería y Policía Aeroportuaria. ¿Salió algo concreto de eso?
En realidad, nunca se terminó de gestar ese grupo por distintos intereses y celos con las distintas fuerzas o porque en aquel momento la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hizo caso omiso a esa solicitud y ahí quedó.
Todavía lo pedimos y creemos que es importante que exista, no solo para nuestro caso sino también para otros similares. Lo interesante de eso es que haya abundancia de conocimiento sobre cómo llevar adelante una investigación. La Justicia, en general, carece de ese tipo de trabajo. Mucha gente dice que la Justicia no sabe investigar. Entonces, tiene que acudir a distintos grupos formados por distintas fuerzas o personas.
En este caso, ¿cree que la Justicia tiene las herramientas para investigar?
No, me imagino que no, que todavía tiene esa falencia de capacitar tanto a fiscales como a jueces y secretarios en la investigación.
Hay un montón de cosas en la misma Justicia que tienen que cambiar. El hecho de tener un mes entero de feria judicial en esta época y dos semanas en vacaciones de invierno me parece una exageración. Deberían agilizar la parte burocrática que en un asunto de búsqueda de personas no puede existir. Tiene que ser todo muchísimo más dinámico. No pueden esperar a que llegue un escrito firmado por un juez para hacer un movimiento. Hay muchísimas cosas que tienen que ser distintas y cambiar lo más rápido posible.
Como dije en Salta días atrás, tanto la política como la Justicia argentinas se basan en egos y, mientras sea así, nunca van a llegar esos cambios. Así es como el país se para y, en lugar de progresar, retrocede.
¿Qué cambios cree que son urgentes en la Justicia?
Eso lo tienen que decir los especialistas, pero la burocracia, con los papelitos (sic) para desarrollar una actividad... Por lo menos en el caso nuestro, que es la búsqueda de una persona, siempre había que esperar a las actuaciones del juez, tanto el provincial antes como el federal después, para articular una actividad. Por eso digo que hay muchas cosas que tienen que cambiar.
Lo vemos día a día en las noticias con distintas causas y en los distintos fueros. Lo dice todo el mundo: que la Justicia argentina es lenta y necesita un cambio, pero cada vez que alguno lo quiere hacer, lo bajan, lo corren o se lo niegan. Por eso digo que el problema de la Argentina es un tema de conflictos de egos. Cuando los políticos y la Justicia se bajen de esos egos, vamos a empezar a avanzar.
En noviembre de 2020 se difundió una imagen de cómo sería hoy María. ¿Eso sirvió de algo? ¿Hubo alguna información nueva a partir de eso?
En la misma imagen se brinda el teléfono de la fiscalía o del juzgado -(011) 15 3390 6267-, así que si surge alguna información, ya sea anónima o no, va a llegar ahí. Ellos recibirán ese tipo de información. Cuando hay algo importante, la fiscalía nos lo comunica.
En 2014 su padre murió en un accidente mientras buscaba una pista, ¿cree que de alguna manera usted asumió el rol que él tenía en la búsqueda de María?
No de la misma manera... En ese momento yo tenía que continuar con mis estudios y mi trabajo porque, si no, me comían los piojos... No tenía de dónde sacar dinero para vivir. No me quedaba otra que continuar de la mejor manera, que es como lo venimos haciendo hasta ahora, pero sin poder salir. Ahora (por el viaje a Salta), estoy de vacaciones pero en otras oportunidades que hemos viajado con mamá a Salta me he pedido el o los días en el trabajo y, como entienden la situación, no hay ningún problema y me los dan, pero es imposible salir más días a realizar alguna búsqueda. Aparte, ¿con qué solvencia económica? Si transitás por las rutas necesitás un vehículo, combustible, parar en algún lado y comer... No es fácil.
¿Cómo recuerda a su hermana?, ¿cómo era ella?
Siempre fue muy divertida y alegre. Las amigas siempre la llamaban para arreglar salidas y la tenían en cuenta. Era como el centro de su grupo. Ahora todos la recuerdan por su sonrisa y su alegría, como se ve en las fotos.
Ella había venido antes a Salta, ¿no? ¿Por qué?
Sí, ella había estado unos años antes en Salta. Por eso, ya conocía la ciudad. Ella diseñaba y hacía cosas de moda y había ido a Salta para venderlas. Un tiempo atrás, en alguna feria de Buenos Aires, había conocido unas clientas -madre e hija- que eran de Salta. Como ya las conocía, la primera vez que viajó fue a visitarlas y, después, cuando volvió, creímos que también podría haber llegado a pasar por esa boutique y al final no lo hizo en este último viaje.
¿Cree que el caso de María generó cambios positivos en la búsqueda de personas?
Hemos tratado de hacerlo casi desde el principio. Desde fines de 2011 o 2012 teníamos intenciones de presentar un proyecto para la creación de una agencia de búsqueda de personas, pero ninguno de los políticos a los cuales se lo presentamos lo hizo. Mi papá iba con un pendrive con el proyecto a visitar los despachos de los distintos diputados y senadores. Le decían que se lo pasara a sus secretarios, que después lo iban a leer y nunca más...
Patricia Bullrich, antes de asumir en el gobierno de Cambiemos, en 2014, cuando era diputada nacional y presidenta de la Comisión de Legislación Penal... El proyecto que les acercamos lo cambiaron “a piacere”. Luego lo presentaron, tuvo la firma de cinco diputados y ahí quedó. Nunca más se movió ni pasó nada. Quedó cajoneado como tantas veces antes. Para la foto están todos pero, después, para lo real e importante depende: si tienen algún beneficio van para adelante, si no, van con otra cosa. Es así.