Las computadoras, tablets y otros equipos informáticos deberían haberse entregado en el marco de diferentes programas del Ministerio de Educación. Fueron encontrados en un depósito del Correo Argentino. La explicación del ex ministro de Educación Alejandro Finocchiaro.
Apiladas en largas estanterías de metal, hay más de 100 mil netbooks que tendrían que haber sido repartidas por el gobierno anterior: en lugar de estar en las escuelas públicas, en manos de alumnos y maestros, están hace más de tres años juntando polvo en un depósito de Tortuguitas. En el marco de una auditoría que la Sindicatura General de la Nación (Sigen) estaba llevando a cabo en dependencias del Correo Argentino, el organismo se encontró con que había miles de computadoras, tablets y proyectores abandonados que deberían haber sido destinados a diferentes programas educativos.
La Sigen es el organismo encargado de llevar a cabo el control interno dentro del Estado y, como parte de las auditorías que está realizando en todas las áreas de gobierno para hacer un balance de lo dejado por el macrismo, se encontró con que había más de 101 mil computadoras, tres mil tablets y dos mil proyectores pertenecientes a distintos programas educativos que nunca habían sido entregados por el gobierno anterior. Según aseguraron desde el organismo, el material fue adquirido entre 2016 y 2017 por la empresa Educar SE y debía haber sido distribuido en el marco de los programas Escuelas del Futuro, Aprender Conectados (ex Conectar Igualdad), Aulas Digitales y Primaria Digital.
"Las computadoras ya están obsoletas", indicaron desde la Sigen. Luego de la investigación realizada en el depósito del Correo Argentino ubicado en Tortuguitas, los técnicos del organismo probaron las computadoras: "Funcionaban, pero es tecnología del 2016. Obsoleta. Por más que después les busques un destino digno, las máquinas no llegaron a cumplir en tiempo y forma el objetivo que hoy tendrían que cumplir", indicó el funcionario de la Sigen.
"Resulta absolutamente inadmisible que la gestión anterior del Ministerio de Educación haya abandonado el avance de estos programas con tanto impacto social, vitales en la formación de nuestros jóvenes”, dijo el síndico general de la Nación, Carlos Montero. “Esto no se trata sólo de ajuste, sino que esto consiste concreta y nítidamente en un desprecio profundo por la educación pública."
La imagen de las miles de computadoras acumulando polvo en un depósito parecen una representación cabal del desguace que el gobierno de Mauricio Macri implementó sobre programas educativos como el Conectar Igualdad . El plan de inclusión había sido creado en 2010 y llegó a entregar 5 millones de computadoras y a construir más de 1400 aulas digitales, hasta que el gobierno de Macri terminó cerrando el programa y lo reemplazó por el Plan Aprender Conectados. Fue precisamente en plena campaña electoral que Macri apeló a devaluar la iniciativa comparando la entrega de computadoras con "repartir asado y no tener parrilla" . Desde el macrismo, salió a dar explicaciones el ex ministro de Educación Alejandro Finocchiaro. Sostuvo que la Sigen "simplemente" verificó "la existencia de material tecnológico en el depósito de la empresa encargada de la logística. Esas computadoras, de ningún modo obsoletas, son parte del equipamiento de Aprender Conectados que, junto a otros dispositivos adquiridos en distintos tiempos y órdenes de compra, como kits de robótica y programación, esperaba ser distribuido". El ex funcionario sí admitió que su gestión no pudo repartir todos los equipos: "En 2019 alcanzamos a entregar más del 60 por ciento (del material). El remanente, de acuerdo al cronograma, debía llegar a las escuelas este año", se defendió.