Todos los pasos al Estado de Bolivia están cerrados. Endurecen los controles en el límite y zona de influencia.
Tras las noticias acerca de la militarización de la frontera con la República Plurinacional de Bolivia por la pandemia de coronavirus, el comandante del Escuadrón 20 de Gendarmería Nacional, Rubén Arévalo, dijo ayer a El Tribuno que trabajan para que se cumplan las normas sanitarias que se impusieron para prevenir que se propague la enfermedad.
"Tanto del lado boliviano como desde el de nuestro país, hemos cerrado completamente la frontera seca y todos los pasos conocidos, legales e ilegales, dejando solamente abiertos aquellos utilizados para posibles emergencias", indicó Arévalo.
El comandante aseguró que, desde que comenzó la cuarentena, se logró desalentar el tránsito de personas, embarcaciones, aviones y vehículos. Como consecuencia, también se avanzó contra el contrabando de cigarrillos, pasta base de cocaía y hojas de coca.
"Para nosotros es una gran noticia saber que se cerraron casi todas las bocas de expendio de la hoja de coca, porque eso demuestra que no está ingresando y que, si entra, no se está movilizando ese contrabando hacia las ciudades", dijo.
"Sabemos que la escasez hizo subir el precio, pero son las reglas de nuestra labor", se sinceró.
El comandante graficó, además, que desde el inicio de las operaciones para salvaguardar las vidas de los argentinos impidiendo la propagación de la temida pandemia del coronavirus, la totalidad de los efectivos desplegados en la frontera norte se convirtieron en la primera línea de contención en la guerra contra el "enemigo invisible".
Arévalo dijo con tono orgulloso: "Nos toca a nosotros detener las migraciones, en la misma línea donde comienza el país, sin abandonar nuestra tarea de siempre".
Asimismo, afirmó que aumentó el riesgo para el personal, pero que están preparados para asumir este "compromiso" con la Patria.
"Nosotros no prometimos, juramos dar la vida para defender nuestra suelo", acotó.
El oficial federal también detalló que cuenta en estos momentos con la cantidad suficiente de efectivos como para manejar la delicada situación de la frontera y aseguró que en todo este tiempo solo hubo dos intentos de ingresar cocaína o drogas por ese límite internacional.
Silencio y paz
El comandante relató que, aunque parezca increíble, tanto del lado boliviano como del argentino cesaron todas las actividades comerciales. "No hay bagayeo, nadie hace transitar de un lado a otro ningún tipo de mercadería que no sea esencial. Los pasos están en silencio. El control de la frontera es absoluto", afirmó.
Luego evaluó que es difícil prever por cuánto tiempo que podrá mantenerse este logro. "Cientos de familias se quedaron en casa. Tenemos entendido que, de ambos lados, recibieron ayuda de los gobiernos y por el momento no hay movimientos de personas ni de mercancías. Eso nos hace pensar que todo lo que se pregona a través de los medios y de las fuentes gubernamentales ha calado hondo en los habitantes de frontera", expresó
Luego dijo que en todos los niveles, seguramente habrá un antes y un después del coronavirus.
Y al respecto, también se refirió a un tema recurrente en la frontera con el vecino país: el narcotráfico.
"Desde el inicio de la cuarentena y de las medidas que implementamos, tanto de inteligencia y de patrullaje hemos tenido resultados alentadores", consideró.
Detalló que los índices de contrabando están casi en cero. "Hemos desalentado incluso el ingreso de contrabando de mercancías y de cigarrillos y -por supuesto- el de hojas de coca a niveles nunca imaginados", analizó. "No creo que no haya gente que logre pasar. Lo que sí creemos es que aún traspasando la frontera no pueden movilizarse", finalizó el comandante Arévalo.